Compartir
Compartir
Gran ambiente en el pabellón francés y con el extra añadido de la presencia de Laura Gil en el conjunto galo.
Partido lento en los inicios, imprecisiones en ambos equipos, baja anotación, igualdad, algo lento y sin ritmo.
Bien en defensa Avenida, cerrando la zona aunque sin tener el control del encuentro. Reisingerova entró para dar descanso a Fasoula dándo una buena sensación tanto en defensa como en ataque.
Se estrenó Gil metiéndo un triple con suspense, dando una ligera ventaja a las locales (16-14), pero respondió Reisingerova con un tiro de media distancia y con poco más, concluyó el primer cuarto, demasiados errores en ambos conjuntos y sin un dominador claro 16-17.
El segundo cuarto se inició con un triple de Celine Dumerc, la veterana jugadora francesa aún tiene calidad en sus manos, y a Avenida le costaba mucho anotar, todo muy igualado, hasta que Carleton enchufó otro triple y las salmantinas empezaron a funcionar.
Muy imprecisas las francesas, les podía la ansiedad y el mejor planteamiento de las charras, que poco a poco se fueron asentando, les daba cierta tranquilidad, eran mejores las salmantinas.
Marine Fauthoux no parecía destacar ante el empuje de Avenida pero su aportación estaba ahí (12p) la mejor de su equipo, de menos a más.
Avenida mediado el cuarto se puso +6 (18-24), el rebote se necesitaba cerrar con mayor intensidad y en ello estaban las de Íñiguez. Onyenwere más integrada fue de lo mejor, aportando mucho, triples, en defensa, asistencias,…
A estas alturas Avenida muy bien plantado, tras un tiro libre de Carleton se pone 20-30, distancia que redujo Roumy con un triple y tras un intento de remontada las azulonas se despegaron con una Onyenwere espectacular.
Se llegó al descanso con una buena defensa y un triple en el último segundo de Carleton que puso el electrónico 29-44.
Y hasta aquí llegó lo bueno, tras un triple de Cazorla la ventaja se fue a +17, rotaciones e intentos de repartir minutos y se empezó a estancar el encuentro, aunque las salmantinas mantenían una ventaja aparentemente tranquila al finalizar el tercer cuarto 38-53.
Lo que nadie se esperaba, era la puesta en escena en el cuarto acto, a pesar de seguir contando con la imparable aportación de Onyenwere (omnipresente en gran parte del partido), Avenida se hundió.
El conjunto local era flojo, bastante débil pero las pupilas de Roberto Íñiguez dejaron que se lo creyesen, tras una incesante pelea, las francesas iban restando la diferencia, faltas aparte, las visitantes no defendían y cuando lo hacían eran castigadas con faltas y más faltas.
A falta de 5 minutos para acabar, Marine Fauthoux metió un triple y puso a su equipo a -9, Avenida solo había anotado 3 puntos y así continuó; se pusieron a 5 faltando 2 minutos, a 3 cuando restaba 1:38… el fracaso era más que un presentimiento.
Reisingerova cae eliminada, empata Fauthoux y Cazorla en esta última parte del encuentro anota otros dos puntos cuando faltaban «25 seg.» Y se acaba el 4° cuarto 58-58, con mucha suerte en la jugada final.
En el tiempo extra, la mala gestión de las rotaciones, el cansancio mental y físico acabaron por condenar a un equipo que llegó a ir ganando por 20 puntos para claudicar ante las francesas en un final de auténtico esperpento, 71-64 a la conclusión del partido.
Equipo roto, tocado y no se si hundido pero, dar un paso adelante y luego 4 atrás, es demasiado para un club como Avenida.
Son algo más que circunstancias, las vibraciones que transmiten cuando juegan, hacen irreconocible a este grupo; dura derrota, inesperada y con consecuencias que no sabemos a donde van a llegar, pero tiene un mal diagnóstico.
Ojalá me equivoque por el bien de la Marea Azul, pero prepárense para cualquier cosa, sufriremos y lo pasaremos mal algún día más, eso, me temo que va a ser así.
Las miradas de las jugadoras al finalizar el partido, no son las propias de una derrota cualquiera, es como tocar el fondo.
Javier Martín
