Vuelve el Este vs. Oeste en el All Star Game

En un nuevo intento de ganar audiencia y atención del aficionado por una pachanga (hasta reconocida como tal por algún entrenador NBA participante) llamada All Star Game, la NBA ha repescado el antiguo formato Conferencia Este contra Conferencia Oeste, retirado en el año 2018 y ahora recuperado para la próxima edición en Indianápolis 2024. Otra novedad significativa es que se recupera el duelo estándar de cuatro cuartos de 12 minutos.

Independientemente de ello para que retorne el interés mundial del aficionado por este partido de las estrellas es totalmente clave la actitud con la que lo afrontan los jugadores. La ausencia total de defensa, tiros lejanos sin movimiento alguno de balón, individualismo excesivo para lucimientos personales…etc. han hecho que el aficionado medio (al menos el europeo) pierda el interés por esta cita. Ya no hablemos de la competitividad y chispa de los años 80-90 con los Magic, Jordan, Bird, Barkley, Thomas o Jabbar (jugador con más participaciones con 18) pero sí sería necesario algún revulsivo más para motivar a los jugadores e impulsar este histórico partido por parte del comisionado Silver, el cual «quiere volver al baloncesto». Y es que (parece mentira) desde el año 1951 se lleva disputando este fin de semana de las estrellas sin fallo. 

Para ello el formato realmente atractivo, teniendo en cuenta que cada vez hay más foráneos en la NBA (125 esta temporada) sería un EEUU-RESTO DEL MUNDO. Imagínense un Anteto-Doncic-Jokic-Siakam-Wenbanyama contra Irving-Curry-Lebron-Tatum-Embiid. El morbo y competitividad, junto con la motivación USA por querer demostrar su supremacía en el baloncesto profesional, estarían servidos.