Mate Al Aro

Victoria del Real Madrid ante Fenerbache (90-75) y factor cancha conseguido

Empezó el Real Madrid como siempre. Primera situación buscando a Deck en el poste y, a partir de ahí, generar ventajas. La primera canasta la metió también el de siempre, Edy Tavares. Nada nuevo en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. A partir de ahí, fue un encuentro de dos grandes de la Euroliga. Los de Chus Mateo, que conocían a Calathes de su época en Barcelona, le flotaban mucho. Fenerbahce, conocedor de los problemas de falta de Tavares, tenían claro que tenían que ir por ahí. Y lo consiguieron, sacando dos personales al caboverdiano en los primeros cuatro minutos. Y al banquillo. El partido siguió con un gran ritmo, con más defensa que ataque y con muchos puntos: 24-21 para empezar el segundo cuarto.

El segundo período empezó con un triple de Hezonja…que acto seguido cometió la tercera falta y le mandó al banquillo. Su reemplazo, Deck, consiguió anotar en la primera que tuvo y el Real Madrid consiguió una ventaja de 8 puntos (29-21). Y en esos guarismos se movió el partido más o menos, entre los 8 y los 5 de diferencia entre ambos equipos, siempre con el Real Madrid por delante. Itoudis lo tuvo que parar y, a pesar de que Cornelie anotó y puso a los suyos con +11 (39-28), pero Fenerbahce reaccionó y se colocó a 3 (39-36) tras un triple de Tyler Dorsey. Apagó el fuego Rudy con otra cesta de tres sobre la bocina (42-36) y Biberovic puso a los suyos a 4 de nuevo (42-38). Ahí Rudy Fernández entró el cólera, después de una falta en ataque que se convirtió en técnica después. E Itoudis lo volvió a parar. Con un intercambio final entre ambos equipos, se llegó al descanso con ventaja madridista: 49-44.

La vuelta de los vestuarios le sentó bien a Hanga, que homenajeó a su compañero lesionado Sergio Llull con una mandarina digna del jugador mahonés. Se le acababa la posesión al Real Madrid y el húngaro tuvo que lanzar un triple desde nueve metros que casi toca el techo del Palacio. Después, Musa debajo del aro y un mate estratosférico de Yabusele puso el 56-44 en el marcador. El primer fallo en el tiro del Real Madrid llegó en el minuto 4:49 cuando el electrónico marcaba un 58-48. La sensación era que el conjunto blanco controlaba el partido y tenía las ideas más claras que nunca. Y encima, sus líderes ofensivos estaban inspirados. Se llegó al último cuarto con diez puntos de ventaja para el equipo de Chus Mateo: 68-58.

El último cuarto siguió un poco la tendencia de los anteriores. El Real Madrid salió con ganas y consiguió los catorce puntos de ventaja (75-61) a falta de 6:39 para el final. La defensa del conjunto era buena, sacando bien los pies de la línea de tres, sin dejar apenas espacio a los interiores del equipo turco y obligando a tirar triples muy poco cómodos. Pero Fenerbahce no es un equipo que se caracterice precisamente por no competir. Y su entrenador, Itoudis, menos. El ‘coach’ griego propuso una presión a toda cancha para incomodar la subida del balón de los de Mateo, muy cómodos en todo el partido con los espacios y las transiciones. Hizo algo de efecto y el equipo turco se puso a 8 puntos (79-71), pero con la variable que no contaban era con el ‘factor Rudy’. Si alguien compite más que nadie es él. El mallorquín metió un triple descomunal para devolver la ventaja de más de diez puntos (82-71) a falta de 2:41. Esa cesta sepultó todas las opciones de victoria turca y el Real Madrid mandó un aviso a todos los rivales de la Euroliga ganando 90-75 con un trabajo muy bueno en los 40 minutos.

Ficha técnica:

Real Madrid (90): Hanga (11), Musa (16), Deck (6), Yabusele (9), Tavares (4) -quinteto titular-, Causeur (-), Fernández (9), Abalde (-), Hezonja (10), Rodríguez (5), Poirier (11), Cornelie (9).

Fenerbahce (75): Calathes (12), Guduric (10), Hayes-Davis (17), Motley (6), Booker (9) -quinteto titular- Hazer (-), Edwards (2), Bjelica (-), Biberovic (7), Jekiri (6), Dorsey (6), Antetokoumpo (-).

Parciales: 24-21 | 25-23 | 19-14 | 22-17

Gonzalo Rodríguez
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