Con la temporada regular a falta de 20 partidos para terminar se puede afirmar que el equipo sorpresa ha sido Sacramento Kings. Sin contar con los fans del equipo (algunos tampoco lo esperarían), pocos seguidores de la NBA hubieran apostado a que el equipo de la capital de California estuviera tercero en la conferencia Oeste. Con optimismo se podría haber esperado que consiguieran una plaza para el play-in. La temporada pasada ganaron 30 de los 82 partidos, y actualmente ya llevan 37 victorias en 62 partidos. Pero no son solo la cantidad de victorias, es el equipo más anotador, con una media muy alta, 120,9 puntos. Además, tienen el mejor porcentaje en lanzamiento de dos (59,2%); ¡15 jugadores están con más del 50% de acierto!. Gracias a su juego rápido y dinámico, es el tercer equipo que más asistencias realiza. ¿Qué ha producido este cambio?
A mitad de la temporada anterior se produjeron varios traspasos que cambiaron casi por completo la estructura del equipo. De aquellos cambios continúan Domantas Sabonis y Trey Lyles. Con la cuarta posición del último draft seleccionaron a Keegan Murray, alero que en su segundo año había elevado mucho su nivel, y completaron la plantilla con el agente libre Malik Monk, tras su mejor temporada con Lakers, y con el tirador Kevin Huerter, en un traspaso con Atlanta Hawks. De los diez jugadores principales solo Harrison Barnes tiene 30 años. Un equipo joven, dirigido por otro fichaje, el entrenador Mike Brown, que con 36 años llegó a la final en 2007 como entrenador de los Cavaliers. Ha sido asistente de Carlisle, Popovich y Kerr. Esta temporada vuelve a ser entrenador jefe, después de seis temporadas de asistente en los Warriors. Parece que ha tomado buenas notas y recrea un estilo de juego similar, con Sabonis haciendo un poco de Dyamond Green en cuanto a su posición y apoyo en las jugadas. Posesiones cortas, pases y mucho juego frontal. La defensa importa menos, reciben 118,2 puntos por partido, pero ellos anotan más, así de simple. Nunca dan un partido por perdido. Sabonis, que con cuerpo de pívot reparte más asistencias que muchos bases, es el máximo reboteador de la liga y las jugadas suelen pasar por él. A veces, sube botando como base y en la mayoría se posiciona próximo al tiro libre desde donde guía a sus compañeros. Si no hacen esa jugada, De’Aaron Fox llega, se para, lanza y dos puntos. Las jugadas pasan por sus manos, casi siempre entrando de cara al aro o buscando los triples de los compañeros.
Cuando revisas la plantilla, no esperas su posición y sus registros de anotación. El quinteto titular no tiene discusión: De’Aaron Fox (25,5 puntos, 6,3 asistencias), que está a un excelente nivel, ha disputado su primer All-Star, Domantas Sabonis (18,9 puntos, 12,3 rebotes, 7,0 asistencias), Harrison Barnes (15,0 puntos, 4,7 rebotes), Kevin Huerter (14,7 puntos, 2,6 triples con 39,0%) y Keegan Murray (12,1 puntos, 4,7 rebotes, 2,5 triples con 41,5%).
El reserva principal es Malik Monk (13,7 puntos, 3,9 asistencias, 90,4% en tiros libres) y acompañan jugadores como Davion Mitchell (5,6 puntos), Trey Lyles (7,5 puntos), Terence Davis (7,0 puntos) o Chimezie Metu (4,9 puntos). Visto así, no aparentan tantos puntos, pero todos contribuyen y cuando no anota uno, destaca otro. Fox y Monk metieron 42 y 45 puntos respectivamente en el partido histórico frente a Clippers, en el que ganaron 176-175. Barnes en un partido es capaz de anotar 30 puntos con 6 de 7 en triples, Huerter puede tener el día y conseguir 27 puntos con 7/8 triples o 30 puntos con 6 de 10, el novato Murray que está muy fino. en un partido alcanzó los 8 triples y 30 puntos, y lo mismo con los jugadores menos habituales. Mitchell ha llegado a anotar 23 puntos con 5 de 6 en triples y Lyles, 24 puntos con 6 de 8 en triples. Por ejemplo, Davis fue el máximo anotador en el triunfo 153-121 a los Nets, con 31 puntos y 7 triples.
¿Hasta dónde llegarán en playoffs?