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P.J. Tucker, en constante adaptación

Anthony Tucker (1985, 1,96 m) o Pops Junior, llamado así por su padre, de ahí viene P.J., jugó tres años en la universidad de Texas, cosechando varios reconocimientos en su última temporada; fue elegido MVP de la Big 12 Conference e incluido en el segundo quinteto All-American, tras promediar ese año 16,1 puntos, 9,5 rebotes, 2,9 asistencias y 1,78 robos, en 34,5 minutos. Además, fue finalista al Oscar Robertson Trophy y al John R. Wooden Award, prestigiosos premios que se conceden al mejor jugador universitario.

A pesar de esos reconocimientos no fue elegido hasta la posición 35 del draft de 2006, por Toronto Raptors. El puesto de alero lo consideraban cubierto en el equipo (Anthony Parker, Morris Peterson y el novato Joey Graham) y Tucker apenas disputó 83 minutos en 17 partidos, estuvo compaginando partidos con la D-League. «Ese fue uno de los peores años de mi vida», dijo Tucker. «Vienes de la universidad, eres `el hombre´. Yo estuve en el segundo equipo All-American. Me drafteó Toronto, pero simplemente me llevaron porque yo era el mejor hombre en el tablero. No me necesitaban. No recibí mucha ayuda u orientación». «Sientes que eres mejor que nadie, pero no sabía lo que significaba ser un profesional».

Decidió marchar a jugar fuera de Estados Unidos, y su primer destino fue el Hapoel Holon, de la Premier League israelí. Triunfó en su primera temporada, ganó el trofeo MVP de la liga y lideró al equipo al título de la liga, tras catorce años seguidos ganándola el Maccabi Tel Aviv. En la final vencieron al Maccabi, 73-72, con Tucker aportando 18 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias, 1 robo y 1 tapón, en 32 minutos. En la siguiente temporada (2008-09) cambió de país, llegando a Ucrania para ayudar al BC Donetsk, recién ascendido a la Super Liga. Fue el máximo anotador de la liga y el equipo quedó en un meritorio tercer lugar. Renovó con el club, pero el equipo dio en quiebra y volvió a Israel, esta vez al Bnei HaSharon hasta el final de la temporada.  Entre 2010 y 2011 jugó en Grecia e Italia, para luego recalar en Alemania (pasó parte de su infancia viviendo en Alemania mientras su padre servía en el ejército), en las filas del Brose Baskets Bambergg. Ganaron la Bundesliga y él fue MVP de la final.

«Fue difícil estar lejos de casa», dijo Tucker. “Tienes que aprender a jugar allí. Allá, no caen 30 (puntos) cada noche y eres `el hombre´. La mayoría de los tipos que piensan así no duran por allí. Les importa ganar allí. Si eres un ganador, puedes jugar para siempre allí». “Me dirigí al extranjero. Tengo éxito. Firmé un contrato de dos años en Rusia por todo el dinero. Hice mi nombre allí. Estaba cómodo con eso. … Me cansé de todas las historias sobre, «Él es un tweener»(Es un término para un jugador que es capaz de jugar en dos posiciones, pero no es ideal para jugar en una posición en exclusiva. Un tweener tiene un conjunto de habilidades que no coinciden con la posición tradicional de su estatura física. A menudo tienen las habilidades de un hombre grande, pero la altura de un base). . . No tiene una posición. Sabía que podía jugar. Jugué duro. Jugué en ambos extremos de la cancha. Sé lo que puedo hacer». «¿Regresar? Prefiero ser `el hombre´ en Europa y ganar ese respeto. Prefiero estar aquí que ser el último hombre en el banquillo de la NBA y nunca tener una oportunidad. Esa fue una decisión que había tomado»

Esa idea terminó por cambiar. Disputó las ligas de verano 2012, con Phoenix Suns, y Dan Majerle, el entrenador, le ofreció un rol en el juego. «Dan me dijo: «Quiero que cojas a los mejores jugadores de cada equipo y los cierres». Tucker dijo: “Yo era como su prodigio. Dan Majerle ya era uno de mis jugadores favoritos. Pero ahora Dan es como un hermano mayor para mí». “Sabía que esa era mi defensa, pero ahí es donde aprendí a disfrutarla y vi cuánto efecto podría tener en los juegos. Realmente puedes cambiar los juegos de esa manera». “Mi esposa acaba de tener a mi hijo. Ella dijo, solo dale una oportunidad más. Pensé: «¿Voy a rechazar este dinero?» Fue por mucho menos dinero», dijo Tucker. “Mi mínimo (de la NBA) fue muy bajo. Me iban a pagar un par de millones (en Rusia). Si no fuera por mi esposa y mi agente, no habría regresado. Es una locura».

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Salió de inicio en 45 partidos la temporada de su vuelta a la NBA. Contaban con él para el puesto de escolta, junto a Dragic, Dudley, Scola y Gortat. Sus números, muy alejados de los de Europa, indicaban un rol distinto, a veces, el que no se ve: 6,4 puntos (50,3% t2), 4,4 rebotes, 1,4 asistencias, 24,2 minutos. Para la siguiente temporada (2013-2014) ya era titular indiscutible en los 81 partidos que disputó. Eso sí, ahora desde la posición de alero. El cinco inicial solía ser Dragic, Bledsoe/Green, Tucker, Frye y Plumlee. El 6 de abril de 2014 hizo uno de sus mejores partidos en la victoria sobre Oklahoma, por 122 a 115. Sumó 22 puntos (4/6 t1, 3/4 t2, 4/5 t3), 7 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 2 tapones.

Iba mejorando en defensa y cada vez lanzaba más triples. Esa segunda temporada promedió 9,4 puntos, 6,5 rebotes, 1,7 asistencias y 1,4 robos, en 30,7 minutos, anotando casi un triple por partido con un 38,7%. Un mes después, con la competición terminada para su equipo, fue arrestado por conducir bajo los efectos de sustancias. Recibió una sentencia de prisión de tres días y 11 días de detención domiciliaria. Volviendo a lo deportivo, el 7 de abril de 2016, en la cuarta temporada en Phoenix, alcanzó su tope personal con 24 puntos, en el triunfo sobre los Rockets, 124-115. El 13 de febrero de 2017, diez días antes de ser traspasado, cogió 17 rebotes, su tope personal, saliendo desde el banquillo. Solo jugó un partido más con los de Arizona y fue enviado a Toronto, el equipo con el que debutó en la competición, a cambio de Jared Sullinger y dos 2ª rondas de draft. Un vez llegado, disputa sus primeros playoffs.

Ese verano de 2017, Houston Rockets le ofrece un contrato de cuatro años y $32 millones. Con 32 años firmaba su mejor contrato. El equipo texano tenía para él un papel claro a desempeñar, iba a jugar de ala-pívot (1,96 m / 111 kg) para defender, luchar y aportar algún triple. El equipo llegó hasta el séptimo partido de la Final de Conferencia. El 7 de enero de este año, P.J. acertó 7 triples de 11 intentos, venciendo 125-113 a los Nuggets.

La temporada pasada disputó los 82 partidos como titular, siendo el segundo jugador del equipo que más minutos estaba en cancha (34,2). Hizo sus mejores promedios en robos (1,60), tapones (0,47) y en triples convertidos (1,8), para terminar con unos buenos playoffs, jugando incluso más que Harden. «En este momento, mientras estoy en los playoffs, no trato de mirar hacia atrás», dijo Tucker a The Undefeated. «Lo recuerdo. Me mantiene haciendo tictac. Me mantiene en marcha. Me mantiene fuerte, pero me hace súper humilde estar aquí con cada juego, cada momento. La gente me pregunta por qué juego tan duro. Yo digo: Estoy feliz de estar aquí. De verdad.»

Actualmente, a sus 34 años, en 21 partidos que van de temporada, está en sus mejores números de minutos (35,7), puntos (10,1), rebotes (6,5), triples (2 por partido y un excelente 46,2%), tiros de 2 (65,4%) y tiros libres (80%). Superándose con la experiencia.

Tucker es un sneakerhead (persona obsesionada con las zapatillas), almacena cientos de pares de zapatillas de baloncesto. La revista SLAM nombró a Tucker el sneakerhead número 1 en la NBA, no solo por su número de zapatillas, sino también por su calidad.

Daniel Galea Monreal
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