Sin duda, New York Knicks está en un buen momento. Han ganado siete de los últimos ocho partidos disputados, encajando solamente 97,6 puntos de media; la media de puntos recibidos entre todos los equipos es de 114,5 en lo que va de temporada. Su balance es de 44 victorias y 28 derrotas, posicionándose terceros de la conferencia Este.
Está racha la están consiguiendo sin uno de sus mejores jugadores, Julius Randle (24 pts 9,2 reb 5 ast), que lleva 26 partidos sin jugar, casi sin el fichaje OG Anunoby (14,5 pts, 1,7 rob, 1,1 tap), solo ha disputado tres de los ocho y sin su pívot titular, Mitchell Robinson (9,9 pts, 1,5 rob 1,3 tap), que solo ha disputado el último tras recuperarse de su lesión que le tenía fuera desde diciembre.
Los demás jugadores, con defensa y mejora individual están peleando cada rebote y haciendo que el rival tenga que estar con actividad constante durante todo el partido. En estos ocho partidos, con un quinteto de poca estatura, solo un jugador de más de dos metros, no han bajado su capacidad reboteadora y han sumado triples. El liderazgo en cancha de Brunson (29,8 puntos, 3 triples (39,3%), 6,5 asistencias), el acierto de McBride (15,9 puntos, 3,3 triples (48,1%), el despertar de DiVincenzo (19,9 puntos, 4,5 triples (40%), 1,6 robos), la lucha de Hart (9 puntos, 11,8 rebotes, 6,5 asistencias, 1,1 robos) y la defensa de Hartenstein (11,6 puntos, 8,6 rebotes, 1,3 robos, 1,6 tapones). McBride y DiVincenzo han conseguidos sus topes de puntos y triples. Al quinteto hay que añadir el buen hacer de Achiuwa (7,8 puntos, 8,1 rebotes) y a los últimos en llegar, Bojan Bogdanović y Alec Burks, dos anotadores que pueden aportar mucho.
Cuando se recuperen Randle y Anunoby, habré que ver de qué son capaces. Ellos dos y Brunson solo han coincidido en 12 partidos y ganaron 11.
El equipo aglutina certeros lanzadores de tres puntos, rebotes y mucha defensa. Son los mejores en el rebote ofensivo y el segundo equipo que menos puntos recibe.