Llull, una final de dos puntos, pero ¡qué dos puntos!

La final ganada por el Real Madrid ante Olympiacos en la Final Four de la Euroliga de Kaunas, tiene varios nombres propios, todos ellos en positivo y que refuerza la historia de un equipo que en momentos complicados se conjura para levantar títulos.

El MVP ha sido Tavares, Chus Mateo ha dado de nuevo una lección desde el banquillo, Sergio Rodríguez ha rejuvenecido 10 años en este tramo final de temporada, pero el gran protagonista de la final ha sido Sergio Llull, autor de la canasta definitiva a la que Sloukas no ha podido dar respuesta fallando su lanzamiento.

El jugador balear, idolatrado por muchos, retirado para otros, ha anotado solo dos puntos en la final y ha sido para dar la victoria y la Euroliga al Real Madrid. Muchos al ver el balón en sus manos en la jugada final seguro que han tenido una sensación contradictoria: unos pensarían que Llull está hecho para estos momentos y otros ya habrían empezado a escribir su tweet criticando al base del Real Madrid.

El lanzamiento, superando por poco las manos de los 2,18 de Moustapha Fall, ha entrado y ha desatado la euforia de toda la afición blanca y la desesperación de los aficionados griegos. Se ha pasado del «por qué el balón no lo ha recibido el Chacho» al grito de «Llull, Llull, Llull» que no es la primera vez que da una canasta ganadora. Una mandarina para la historia.

Y todo se hace más grande si se mira las estadísticas y se ve que son los dos únicos puntos del balear en esta Gran Final. Solo había tenido opción de lanzar un triple y una canasta de 2 en los 12 minutos que había jugado pero ha tenido la valentía de jugarse ese último balón que sirve para sumar el decimoprimer título de la máxima competición europea.

Pase lo que pase, Sergio Llull sigue haciendo historia en el Real Madrid y parece que esto no ha acabado, porque el hambre de este equipo y de este jugador no tiene fin.