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Si hay un nombre en la primera semana de la NBA que está despertando ilusión al baloncesto español, ese es el de Santi Aldama. Mientras que el resto de sus compatriotas alteran luces y sombras, con poca presencia en sus equipos, el ala-pívot (también puede ser tres), de 21 años y 2,14 de altura, ha dado un giro radical a su importancia en uno de los principales contenders de la competición, como es Memphis Grizzlies, en este inicio de temporada.
Y es que Taylor Jenkins parece haber cambiado su visión sobre Aldama, tras un año rookie en el que no pasó de los 11 minutos por partido, y apenas fue capaz de promediar 4,1 puntos por encuentro. Pues bien, en estos primeros cuatro encuentros, el jugador formado en el Canterbury Lions Academy de su ciudad natal triplica los registros anotadores de su primera temporada en la liga norteamericana. Con más de 12 puntos por partido, Aldama está por encima de los 30 minutos de promedio, siendo importante desde el cinco inicial en la franquicia de Tennessee.
Un rol referente (tercer máximo anotador del equipo tras Ja Morant y Desmond Bane), que se entiende por su mejora en muchos apartados en los que Aldama se consolida como un jugador que toma muy buenas decisiones en ataque, además de su capacidad para defender diferentes posiciones defensivas por su envergadura y su movilidad. Pero su principal progreso, sin lugar a dudas, está en la línea exterior, dónde es capaz de haber pasado de un 12,5% por ciento en triples la pasada temporada, a un 33,3% en el comienzo de esta, con 1,5 de media desde la larga distancia.
A su equipo le va bien con esta nueva fase de importancia de Santi Aldama en pista, (tres victorias en cuatro partidos), y al canario le está sentando de maravilla la confianza de su entrenador. Su mejor partido el año pasado, en su primera temporada en la mejor liga del mundo, fue el pasado 2 de diciembre de 2021, cuando fue capaz de anotar 18 puntos contra Oklahoma City Thunder. Y ya en este inicio de campaña, ha estado en 18 tantos en el estreno ante los Knicks, y en 17 tantos en su último duelo contra Brooklyn (y en los otros dos, 8 puntos tanto contra Houston como contra Dallas).
Hay que recordar que Aldama es un jugador que superará por poco el millón de dólares ganados esta temporada, pero que si continúa esta progresión se puede ganar un futuro definitivo al otro lado del océano. Y por supuesto, estas son grandes noticias para la selección nacional, actual campeona de Europa y del Mundo, a la que no pudo acudir este verano. Pero parece que el esfuerzo tiene su recompensa.
Scariolo le defendió hace poco en MARCA. «El sacrificio que Santi hizo al no estar con la selección en el Europeo para preparar la temporada con los Grizzlies en verano ha sido bueno para que su equipo lo promocione internamente, hacerlo crecer y ponerlo en un rol importante en este inicio de temporada».
Un jugador, Aldama, parece que capital para el futuro de la selección, y que ya fue MVP del europeo oro Sub-18 de Grecia hace tan sólo unos años. En un conjunto en el que estaba, por ejemplo, Usman Garuba, fue capaz de hacerle a Turquía 23 tantos en la gran final que coronó a su país. Después, llegaron unas cuántas campañas en la Universidad Loyola de Maryland, junto a otro internacional en categorías de formación de la FEB, como Golden Dike, con espléndidos registros. Por citar un dato, en su segundo curso allí, 21,4 puntos y 10,1 rebotes por choque, que le valieron para ser elegido en la trigésima posición del Draft de la NBA de 2021 por los Utah Jazz, siendo posteriormente enviado a Memphis Grizzlies.
Un hilo de esperanza, por tanto, en un momento en el que los españoles no parecen tener demasiada importancia en la NBA. Eso es lo que está siendo Santi Aldama.
