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En estas fechas en las que los equipos se visten de seda en el Día de los Medios, previo al inicio del Campus de Entrenamiento, cada vez dan más ganas de ver a los nuevos equipos en acción. Nuevos porque, pese a que no se haya añadido ninguna franquicia aparte de las ya existentes a la liga, muchas han mudado su piel o uniforme, el suelo de su pista, o simplemente han cambiado a varias de las piezas de su roster.
En ese sentido, han sido incontables los rumores y el movimiento de jugadores que se ha producido desde la conclusión de la campaña pasada. El aficionado ha podido atestiguar el cambio de equipo de varios de los integrantes del pasado All-Star creando, la que posiblemente sea, la competición más igualada de los últimos años.
El verano vio como el MVP de las Finales se mudaba a su estado natal, California, y no lo hizo solo. Paul George fomentó un terremoto al unirse a Kawhi Leonard, que hizo temblar los cimientos de la liga. Los Clippers quieren ser el mejor equipo de LA, y pueden hacerlo por plantilla.
Sus vecinos no se quedaron cortos, y firmaron a uno de los grandes dominadores de la liga, Anthony Davis. Junto a un gran elenco de jugadores de calidad, LeBron James no tendrá excusas. No llevarse el anillo sería un duro palo para el Rey.
Nos quedamos en California para hablar de los Warriors, que siguen siendo claros aspirantes al título un año más. Perdieron a su estandarte, Kevin Durant, pero renovaron a Klay Thompson y a Draymond Green, y firmaron a un jugador de gran potencial en D’Angelo Russell. Quizá el hecho de que ya no sean ‘favoritísimos’ les quite presión y les haga sorprender a propios y extraños.
El Oeste seguirá siendo Salvaje, y varios equipos darán que hablar, como Blazers, Rockets, Pelicans o Nuggets. Portland firmó a Whiteside, Houston reunió a Westbrook con Harden, en New Orleans tendrán al fenómeno Zion Williamson y los Nuggets confiarán en Nikola Jokic un año más. Ojo a los Mavs con Doncic en su segundo año y Porzingis completamente recuperado. Podremos ver, además los últimos coletazos de la carrera de Pau Gasol y a un Ricky Rubio en un estado de forma impecable, que pretende reflotar a los Suns.
En el Este, podríamos decir que los grandes ganadores del verano fueron los Nets. Tras construir una cultura ganadora con Kenny Atkinson a los mandos, lograron atraer a dos talentazos como Durant y Kyrie Irving. Pese a la lesión de KD, pretenden dar que hablar esta temporada.
Los Sixers y Boston aparecen como los otros grandes favoritos. Los primeros perdieron a Jimmy Butler pero se reforzaron con Al Horford y la renovación de Tobias Harris. Además, Joel Embiid tiene las cualidades para convertirse en el mejor pívot de la NBA. Los segundos, perdieron a Horford y a Irving, dos bajas muy sensibles, pero firmaron a Kemba Walker y poseen activos jóvenes de gran valor. Es su momento.
Aparte de estos tres, los Pacers aparecen como uno de los equipos más reforzados del verano, y equipos con plantillas jóvenes como los Bulls o los Hawks podrían meterse en Playoff.
Tras escuchar varias de las declaraciones tanto de entrenadores como de miembros de las franquicias, unos pueden proclamarse favoritos al anillo o establecer otros objetivos. Sin embargo, la realidad es que esas palabras ya no valen nada, es hora de que la bola ruede y bese la red y de demostrar todo el potencial en el parqué. Ha llegado la hora de la NBA.
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