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Al final solo quedaron dos. Warriors y Celtics definirán al campeón de la temporada 75 de la NBA y aquí repasamos algunos aspectos que pueden ser determinantes para cada uno de los equipos.
Warriors
El equipo de la bahía llega como el favorito para hacerse con el campeonato por diferentes factores, el más claro de ellos es la experiencia que acumulan jugando finales y no solo eso, ganándolas que es lo más importante.
Estas serán las sextas finales para Golden State en las últimas ocho temporadas. Ganaron 3 y perdieron 2.
Desde el banquillo, Steve Kerr es una garantía para enfrentar este tipo de escenarios y aunque no se encuentre presente, Mike Brown, asistente de coacheo, ha sido eficiente en el manejo del equipo.
El tiro perimetral de los Guerreros será clave a la hora de encontrar hombres libres en los espacios como Klay Thompson, el propio Stephen Curry, Draymond Green y Jordan Poole. Y si no hay espacios, ellos los generarán pues es el ADN de este conjunto.
El regreso de Andre Iguodala no solo motivará anímicamente al equipo, si no que lo reforzará en defensa, pues a pesar que los Warriors fueron la segunda mejor defensa de la campaña, durante los ‘playoffs’ han tenido pérdidas de balón que les han costado 21 puntos en las derrotas sufridas y 14 puntos en las victorias, cifras nada aceptables para los estándares de un equipo que aspira a ser campeón.
La profundidad en el banquillo será clave y los Warriors tienen una buena segunda unidad para aguantar ventajas y hasta para recortar desventajas. Hombres como Bjelica, Damion Lee o Kuminga redujeron una diferencia de casi 30 puntos a solo 8 puntos en contra de Dallas en el juego 4 de las semifinales de conferencia y otra cosa es que marchan con récord de 8-0 cuando van adelante en el score durante el último cuarto.
Finalmente, pero no menos importante es la ventaja de campo que tendrá el equipo de San Francisco, pues de los 7 juegos posibles, podrán recibir 4 en el Chase Center, abriendo y cerrando la serie como locales.
Celtics
El proyecto en Boston al fin maduró y han vuelto a unas finales tras 12 años de ausencia.
Si bien gran parte del éxito de los Celtics se debe a la administración hecha por Brad Stevens, es el coach Ime Udoka quien ha sabido aterrizar las ideas y que el equipo juegue lo suficientemente bien como para luchar por un anillo.
Udoka está en su primera temporada al mando del equipo de Boston y lleva esa estela consigo de coaches que debutaron en el banquillo y ese mismo año ganaron el Larry O’Brien. Veremos si termina uniéndose a entrenadores como Tyronn Lue, Nick Nurse o el mismísimo Steve Kerr.
El estilo de juego de los Celtics recae principalmente en un hombre, Jayson Tatum, quien está convertido en la gran estrella del equipo, pero que está muy bien respaldada por dos jugadores como Jaylen Brown y por el defensivo del año Marcus Smart. Estos jugadores son el ‘Big Three’ que puede marcar la diferencia y aunque su juventud e inexperiencia sea una desventaja, irán a por todo sin miedo a perder.
Hablando de defensiva, Boston tiene la mejor de todo el torneo y querrá hacerla valer al enfrentar una artillería como la de los Warriors, sin embargo ya vimos como le cuesta cerrar los partidos a los de verde en la recta final y ni hablar de las pérdidas de balón, pues promedian 16 entregas cuando son derrotados, por lo que deberán mejorar en la serie final.
A pesar de solo recibir 3 partidos en casa para estas finales, el equipo de Massachusetts ha demostrado que puede salir victorioso en territorio enemigo, pues finiquitó las series anteriores jugando de visitante en Brooklyn y en Miami.
Pronóstico
Será una serie larga de 6 o 7 juegos si las lesiones respetan el espectáculo y permiten que el cierre de temporada sea digno del 75 aniversario de la mejor liga de baloncesto.
*Warriors en 7 juegos.
