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Los Denver Nuggets debutaron con victoria en la historia de las finales de la NBA: 104-93 y siguen invictos como locales en estos Playoff.
La gran estrella local fue de nuevo Nikola Jokic, que dominó el choque como quiso finalizando con un triple doble: 27 puntos, 14 asistencias y 10 rebotes. Jamal Murray no le fue a la zaga con 26 tantos, 6 rebotes y 10 asistencias.
Una de las claves del partido fue la “desaparición” de Jimmy Butler. Aaron Gordon se encargó de anularlo y dejarlo en unos pírricos 13 puntos lanzando solamente 6 veces a canasta en la segunda mitad. Adebayo tuvo que coger el toro por los cuernos para los Heat y anotó 26 puntos (cifra tope en estos playoffs).
Ese trabajo sucio de Gordon fue reconocido por su coach Michael Malone al final del partido: «Aaron marcó la pauta en ambos extremos del campo. Hizo un gran esfuerzo defensivo contra posiblemente uno de los mejores jugadores de la liga en este momento, Butler».
La disciplinada defensa de los Nuggets obtuvo sus frutos dejando sin oxígeno a los de Florida y ahora Spoelstra deberá pensar en cómo frenar a Jokic para volver a Miami con alguna victoria en su casillero. El Ball Arena será de nuevo un fortín y los aficionados de la capital del Colorado tienen hambre de anillo.
