El equipo lituano del Zalgiris Kaunas recibía hoy al CSKA de Moscú tras perder sus primeros 9 partidos de Euroliga y ganar 3 de los últimos 4, victorias todas caseras. El CSKA llegaba a Lituania con 3 victorias seguidas y llevar una racha de 5 victorias consecutivas contra Zalgiris.
Grigonis, jugador del CSKA, volvía a casa tras jugar hasta el año pasado en Zalgiris siendo su máximo anotador. Por parte del equipo lituano había que destacar a Strelnieks, que hizo el recorrido contrario al ser fichado desde el CSKA, el jugador estaba siendo el mejor de su equipo este año.
Los lituanos jugaban bien al baloncesto, con 20 asistencias por partido y solo 10,3 pérdidas desde que comenzaron a ganar partidos en la Euroliga. Por parte de los moscovitas, la clave pasaba por comenzar el partido bien entonados, ya que últimamente se veían obligados a remontar las ventajas adquiridas por sus rivales, perdiendo la mitad de esos partidos.
Comenzaba el partido con los dos equipos muy concentrados en la idea de que la mejor defensa es un buen ataque, un concepto que duraba los primeros 5 minutos del choque. Zalgiris comenzaba a tener problemas para ver el aro, lo que aprovechaba CSKA para imponer su calidad ofensiva. En una muestra de carácter, Zalgiris lograba revertir la situación y llegar al final del primer cuarto con un 18-19 en el marcador.
El equipo ruso iniciaba el segundo cuarto con el mismo dinamismo que el anterior y conseguía un parcial de 10-2 que era cortado por el entrenador lituano con un tiempo muerto. A la vuelta del mismo, era Zalgiris el que acumulaba un 8-0 a su favor que igualaba de nuevo el partido, por lo que al medio tiempo se llegó con 28-30 para CSKA.
En el tercer cuarto, el CSKA volvía a escapar con un arreón de 7-0, siendo muy superior durante todo el cuarto, no siendo capaz Zalgiris ni de atacar de fluidez, ni de defender con solvencia los ataques moscovitas, por lo que el cuarto concluía con un 39-57 que dejaba el partido muy encarrilado para el CSKA.
El equipo ruso, que se bloqueaba en ataque durante los primeros 4 minutos del último cuarto, sin poder anotar, veía como Zalgiris, a base de buen juego, intentaba reducir la diferencia, pero no era suficiente y el CSKA finiquitaba el partido con un tanteador final de 51-73 para los moscovitas.