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CHRIS WEBBER Y LA MALDICIÓN DE LOS «FAB FIVE»


Toda una carrera marcada por un error en su segunda final NCAA, por su carácter y por las lesiones. Vida y obra de quien llevó a los Kings a sus cotas más altas, y a la vez, encabezó una historia «maldita».

CHRIS WEBBER Y LA MALDICIÓN DE LOS Mayce Edward Christopher Webber III más conocido como Chris Webber o C-Webb, nació en Detroit el 1 de marzo de 1973. Con 2.08 y 111 kg tenía una gran visión del juego y un buen manejo del balón, además de un buen tiro de media distancia y buenos movimientos al poste bajo. Fue uno de los primeros 4 abiertos que tanto se llevan hoy en día en la liga.

Comenzó a destacar en el instituto. Su último año fue nombrado como el mejor jugador de High School de Michigan y esto le abrió las puertas de la universidad.

En 1992 llega a la universidad de Michigan junto a otros 4 jugadores de primer año. Formaron un quinteto inicial tan espectacular como anárquico. Junto a Juwan Howard, Jalen Rose, Jimmy King y Ray Jackson formaron lo que pronto se llamó los «Fab Fives». 5 novatos que ese mismo año llegaron contra todo pronóstico a la final de la NCAA contra la poderosa Duke, de Christian Laettner ( jugador del año en la NCAA) y un novato Grant Hill, que defendía el título. Los pronósticos ahora si se cumplieron y Duke ganó con comodidad.

La temporada siguiente, ya mas experimentados, repitieron final. Esta vez contra North Carolina. En aquella final sucedió lo impensable, algo que perseguiría durante todas sus carreras a los «Fab Fives», y en especial a Webber.

Tras una gran temporada de 31-5 y con su quinteto promediando 70 puntos y 30 rebotes, se plantaron en la final como favoritos. En la final, con 2 puntos abajo en el marcador y a falta de 11 segundos, Webber cometió el mayor error de su carrera, y por el que se le recordará durante años, a él y a sus compañeros a los que durante años se les recordó como jugadores perdedores y «malditos».

El balón llegó a manos de Webber tras coger un rebote defensivo. Intentó pasar el balón a un compañero y apunto estuvo de cometer pasos al negarle el pase la defensa. Él mismo tuvo que subir el balón y cuando llegó a una de las esquinas de campo rival y faltando 11 segundos con el marcador desfavorable por 2 puntos, Webber pidió tiempo muerto sin darse cuenta que a su equipo no le quedaban tiempos que pedir. Los árbitros, tirando de reglamento, pitaron falta técnica al banquillo, 2 tiros libres y posesión para North Carolina. El partido terminó con la derrota de Michigan por 77-71 y comenzó la leyenda de la maldición de los fabulosos cinco y la «fama» de Webber como perdedor.

Chris Webber decidió dar el salto a la NBA tras ser nombrado como All-American Team en ese 1993 y con promedios de 17,4 puntos y 10 rebotes.

La noche del draft fue elegido como Nº1 por Orlando Magic pero fue traspasado inmediatamente a los Golden State Warriors por Penny Hardaway, Nº 3 ese mismo año.

Tras un primer año a gran nivel fue nombrado «Rookie of the year» liderando a su equipo con 17,5 puntos y 9 rebotes y consiguiendo clasificarse para los play offs. Pero la etapa Warriors terminó pronto. Webber era un jugador de carácter y su entrenador, Don Nelson, también. Nelson quería que Webber jugara debajo del aro, pero Chris se sentía mas cómodo cuando se alejaba 4 metros y esto trajo muchas discusiones entre ellos. Finalmente Webber fue traspasado ese mismo verano a los Bullets (Wizards hoy en día).

En la capital se reencontró con su compañero de la universidad Juwan Howard, que había sido elegido en el 10º puesto del draft de ese mismo año (1994) por los Bullets. Los capitalinos tenían la intención de montar un equipo ganador con 2 de los «malditos» de Michigan.20 puntos y 9,6 rebotes por noche en esa primera temporada no fueron suficientes para llegar a PO.Su segunda temporada solo pudo disputar 15 partidos, llegó la primera lesión de rodilla.Una vez recuperado afrontó su tercer año en Washington. Totalmente recuperado consigue unos números similares a su primera campaña y esta vez si llegan a PO, aunque cayeron en la primera ronda contra los Bulls de Jordan y compañía.El año siguiente no consiguen entrar en la post temporada, las críticas a Webber tildándole de perdedor y recordando siempre su error en la universidad acaban con la paciencia de la directiva del equipo y Webber es traspasado a Sacramento Kings a cambio de Mitch Richmond y Otis Thorpe.

Llegaba así a un equipo perdedor junto al veterano Vlade Divac y al base Jason Williams (Nº7 de ese draft) Estamos en el verano de 1998 y acababa de nacer uno de los equipos que mejor han jugado nunca al baloncesto.

En las 3 primeras temporadas (1998-2001) los Kings hacían un baloncesto muy bonito y espectacular, con Webber como líder total del equipo y con «Chocolate Blanco» Williams poniendo el espectáculo con pases increíbles, pero los resultados seguían sin llegar. Con Webber siempre superando los 20 puntos y 10 rebotes siempre acababan estrellándose en los PO, y la fama de perdedor y de maldito continuaba agrandándose.

La directiva de los Kings sabían que tenían que hacer algo y lo que hicieron fue tan impopular como efectivo. En verano de 2001 Jason Williams fue traspasado a los Grizzlies a cambio del base Mike Bibby. El cambio de base fue algo fundamental para un equipo que no terminaba de rendir en PO. Bibby siguió dando espectáculo pero además efectividad y con él y el crecimiento de Stojakovic, los Kings , siempre comandados por Webber, llegaron a la final de conferencia (2002) donde pusieron contra las cuerdas a los Lakers de Shaq y Kobe, aunque finalmente fueron los angelinos los que ganaron por 4-3. Como siempre, con cada derrota, la prensa local recordaba aquel fatídico error de weber en la final NCAA y la fama de maldito y perdedor no dejaba de aumentar.

La temporada 2002-2003 fue el principio del fin para él. Tras otra buena temporada en lo personal y en lo colectivo, durante los PO contra Dallas Mavericks, sufrió una grave lesión de rodilla que lo tuvo fuera de las canchas durante más de un año. Aquella lesión acabó con su poderío físico y fue el principio de un lento declive.

Sixers, Pistons y vuelta a Warriors fueron los últimos destinos de un Webber ya muy en declive. La lesión sufrida en 2003 nos quitó a un gran jugador en sus mejores años y que finalmente se retiró en 2008 sin conseguir el anillo. En febrero de 2009 Sacramento Kings retiró su camiseta con el dorsal nº 4.

Unos años antes, en 2002, salió a la luz un gran escándalo sobre su época universitaria. Se supo que varios jugadores recibieron dinero por ser reclutados en las filas de Michigan, algo totalmente prohibido en el deporte universitario americano. Uno de los nombres que salieron a la luz fue el de Chris Webber. El jugador al principio lo negó todo pero tuvo que reconocer su culpa para evitar una condena por mentir en el juicio. En 2003 la NCAA retiró los subcampeonatos de Michigan y el nombramiento de All-american Team que ganó Webber en 1993. La «maldición» crecía y crecía…

Pero ¿que fue de sus compañeros en los «Fab Five?. ¿Consiguieron quitarse aquella fama de «malditos» y perdedores?

Solo Juwan Howard y Jalen Rose tuvieron una buena carrera en la NBA. Rose pasó dos años por Nuggets y fue traspasado a los Pacers de Reggie Miller. Fue una pieza muy importante de aquel equipo que jugó 3 finales de conferencia y una final NBA que perdieron contra los Lakers, lo que sirvió para acrecentar más aún la leyenda de la ya famosa «maldición».

Por su parte, Howard pasó por Bullets, Mavericks, Nuggets, Magic, Rockets, vuelta a Mavs y Nuggets, Bobcats y Blazers. Fue un jugador mas o menos importante en la liga. Fue el primero de la historia de la liga en firmar un contrato por más de 100 millones, pero nunca llegó a jugar unas finales a pesar de pasar por buenos equipos (los Rockets de McGrady por ejemplo). La «maldición» seguía pensando sobre sus hombros. Pero todo cambió cuando en verano de 2010 firmó por Miami. Los Heat de la era LeBron llegaron a las finales en 2011. Aquel año perdieron la final NBA con los Mavs y la leyenda no dejaba de crecer, pero la temporada siguiente si que consiguieron ganar el ansiado anillo. Howard era ya un jugador residual, no jugó ni un solo minuto aquella final, pero aun así, lloraba como un niño y le dedicó la victoria a sus compañeros de universidad.La maldición estaba rota.

@David_Perez_Her

Pablo J. Dols
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