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Desde la llegada de Ettore Messina al banquillo milanes, ganar la Euroliga es casi una obligación. Los proyectos que se están haciendo son ambiciosos, ayudados por el poderío económico el cual tiene un equipo como Armani Milan. El capitán de este barco es el propio entrenador italiano. Tiene las llaves del equipo y no solo dentro de la cancha, también en los despachos. El decide quien debe salir y quien entrar, tal y como demostró en su primer año al prescindir de una de las estrellas de la Euroliga como era Mike James. Pues este año no va a ser menos y es posible que haya confeccionado su mejor plantilla desde que llegó.
En la dirección seguirán los mismos del año pasado, Malcolm Delaney y Sergio Rodríguez. Dos bases «top», de un gran caché que mezclarán entre sí cantidad de cualidades. El primero es un anotador compulsivo y enérgico, que a veces peca de demasiadas revoluciones. A su vez, tiene un contrapunto perfecto como es Sergio Rodríguez. Todos sabemos cómo juega el español, un base más pausado, con capacidad para anotar y asistir y que no le quema el balón para jugarse los tiros decisivos. El año pasado demostraron incluso que pueden jugar a la vez.
El puesto de escolta es el que más cambios ha sufrido, después de la salida de Michael Roll y Kevin Punter, llegan tres jugadores con poca experiencia en Europa, por lo que son “melones por abrir”. Devon Hall, Jerian Grant y Troy Daniels son los escogidos por Messina. El primero viene de hacer un gran papel en el Brose Bamberg con casi 13 puntos de media en la BCL, el segundo es un base/escolta todoterreno, con un físico imponente pero solo con una breve estancia en Grecia, de la mano de Promitheas Patras. Troy Daniels se estrenará en Europa este año, un jugador donde ha tenido protagonismo en la NBA con un rol secundario pero que en Milán debería ser el referente en esta posición. Veremos cómo se acoplan entre ellos, ya que de primeras da la impresión de que hay sobrepoblación en el exterior.
El puesto de alero, igual que el de base, repite este año con Shavon Shields y Luigi Datome. El americano con pasaporte danes (renovado recientemente), dio un nivel superior al esperado. Nadie pensaba que en un equipo repleto de estrellas, emergiera de esa manera. Shields es un jugador muy del gusto de Messina, que seguramente no sea un 10 en nada pero sí un 8 en todo. Penetra, tira, corre la pista, defiende…. típico jugador multiusos. Por otro lado, Datome tuvo poco protagonismo el año pasado y parece ser que no cambiará este año. Su calidad es innegable, con una clase y una perfeccion como pocos, sin embargo, lastrado por su físico, se le adjudicó un rol menos importante.
En los puestos interiores ha habido dos fichajes muy interesantes, Dinos Mitoglu y Nicolo Melli. El griego, sin ser muy hacer mucho ruido, ha crecido esta temporada. Puede alternar las posiciones de 4 y 5 y a mi parecer es muy parecido a Shields (salvando las distancias) ya que es habilidoso en todo lo que hace y no peca de protagonismo en ninguna faceta del juego.Melli es un jugador más consagrado en la élite, después de su periplo por Estados Unidos. Un jugador que abre el campo, con una mano espectacular y con capacidad también para jugar al poste, siendo muy versátil.
En el puesto de pívot, se mantienen Kaleb Tarczewski y Kyle Hines. Kaleb no termina de explotar en Milán, sus números se minimizaron el año pasado (4 puntos de media en Euroliga la pasada campaña) aun así, se mantiene en el roster. El que sigue ofreciendo grandes actuaciones es Hines, un pívot mítico en la última década, que aunque se le notan carencias en lo fisico (35 años), sigue siendo un jugador especial. Aun siendo muy pequeño para su posición, sigue dominando los tableros con su físico exuberante y gran capacidad atlética.
Armani Milán también dispone de jugadores italianos que serán más de rotación y que complementaran la plantilla, sobre todo en la liga italiana, como son el veterano Ricardo Moraschini, Giampaolo Ricci (recién fichado de la Virtus), Davide Alviti y el pívot Paul Biligha.
Con estos mimbres, Armani Milan tendrá la oportunidad de volver a una Final Four y da la sensación que tiene el mejor equipo de los últimos años, por lo que no sorprendería ver a los italianos entre los grandes.
