Los Playoffs de la Euroliga son de esos eventos que los aficionados al baloncesto esperan durante muchos meses. Es el momento donde, tras una larga liga regular, los ocho mejores equipos de esas 34 jornadas se juegan estar en la Final Four para lograr el título más buscado.
Real Madrid y Partizan estaban disputando una de esas eliminatorias con aire retro, tras el regreso de los serbios a la Euroliga de la mano de Obradovic y de una gran plantilla que ha llegado con las baterías cargadas a esta fase del campeonato.
El primer partido pasará a la historia por el triple de Kevin Punter casi sobre la bocina que dio la victoria y devolvió el factor cancha a Partizan. Y todos saben lo difícil que está siendo ganar este año en el Stark Arena cuando 20.000 almas empujan a los de Zeljko.
El segundo partido pasará también a la historia, pero no por baloncesto precisamente. La lamentable actuación de la mayoría de jugadores de ambos equipos tras una falta desproporcionada de Llull (como él mismo ha publicado en sus redes sociales) pasará a los anales de peores momentos de la Euroliga, tanto en formato actual como de antaño.
Las pulsaciones están a tope; el resultado no es el esperado por parte blanca; pero nada justifica esa falta como tampoco la reacción de Punter y todo lo que se vino después, destacando la acción de Yabusele sobre Exum o la de Lessort sobre Dzanan Musa. Ver a familiares de Yabusele tener que llevarlo hacia los vestuarios y a los árbitros con un papel apuntando una a una las acciones que se dieron en tres minutos interminables de pelea se recordarán por años en muchos resúmenes, lamentablemente.
La serie se ponía 0-2 de la forma menos esperada, no porque Partizan no esté dando una lección de juego en estos dos partidos, sino porque se suspendió un partido por unas acciones que no se deben dar en una cancha de baloncesto.
Se espera en las próximas horas la resolución de la Euroliga con sanciones que perjudicarán a los dos equipos y que de momento han dejado la lesión de Exum que no podrá ayudar a sus compañeros en el tercer partido y quien sabe si en más partidos de la serie de ser necesarios y en la hipotética Final Four. Una baja muy importante para Partizan.
Miedo da lo que se puede vivir en Belgrado si la cosa no se calma, y por eso las palabras de Obradovic demuestran el caballero que es y qué hará todo lo posible porque se pueda jugar con total normalidad el tercer partido. Otra cosa es que lo consiga. Esta imagen con Rudy al abandonar la cancha debe demostrar que todo quedó en una fea pelea dentro de la pista, pero que el baloncesto debe primar por encima de otras cosas
Ojalá de aquí al próximo martes el mensaje de Zeljko Obradovic cale en todos los seguidores de Partizan y llenen el Stark Arena para apoyar a los suyos hacia una tercera victoria que les metería en la Final Four. Y que el Real Madrid se pueda centrar en mejorar sus prestaciones en forzar de momento un cuarto partido que, visto lo visto hasta ahora, no se presume nada fácil.
Y todo esto sin saber las bajas de uno y otro equipo tras el incidente del Wizink Center.