Jornada dura para las jugadoras perfumeras que ven como su trabajo se ve truncado ante una situación que puede originar una devacle física con consecuencias muy serias. Sinceramente, lo de menos es analizar un partido en el cuál se centraban muchas esperanzas (a priori) en el que todo ha sido vender una moto que estaba estropeada, esa es la realidad del equipo salmantino.
Avenida comenzó muy bien, moviéndose con soltura, superior a su rival y con acierto, incluso tomando ventaja en el electrónico, eran los primeros compases, jugadoras frescas, había rotaciones pero Koné, Gil, Silvia, Vilaró, Delaere, Leo,… no pueden tirar solas mucho más, todavía más complicado ante equipos completos con físico muy superior al tuyo y que son conscientes de tu punto débil.
Ya en las postrimerías del primer acto el pistón fue bajando y los errores de las azulonas permitieron acercarse a las galas, se preveía un partido duro en donde el físico iba a ser clave, precisamente esa es la faceta en la que Avenida lleva un desgaste considerable al que no puede hacer frente durante más tiempo.
Aún así el primer cuarto terminó con victoria parcial 16-21 manteniendo una buena imagen aunque algo desconectadas en la parte final, Koné siendo ella misma, Vilaró dando muestras de su calidad, Gil peleando contra el muro de Diaby, pero la intensidad de las galas fue incrementándose a medida que disminuía proporcionalmente la de las salmantinas, querer y no poder.
Llegados a este punto lo que restaba de partido daba igual, se aguantó como se pudo hasta el descanso cuando ya era evidente que hacer frente a un conjunto de Euroliga con siete jugadoras, no conduce a nada bueno, con suerte puede que no tengas otra lesión más, y Villeneuve se puso por delante en el marcador 36-31, corriendo más, provocando errores y pérdidas de balón que poco a poco minaban la moral de las charras, lo que sucedió después fue un suplicio.
Cero reproches a Pepe Vázquez, mucho menos a una plantilla de jugadoras injustamente castigadas con una carga de esfuerzo que no merecen, volvemos a tiempos pasados, hace años sufríamos esta misma situación con unas plantillas cortas, 7 u 8 jugadoras como mucho, por entonces se hacía impensable manejar otros proyectos pues se encontraban muy lejos de las pretensiones del club, tiempos en los que el esfuerzo y agotamiento ayudaron a crear ese mítico ADN, todo tiene un coste.
También hay que ser conscientes de los contratiempos que suponen las lesiones graves que se han producido, caso de Fasoula, y la posterior de Prince que dejan completamente vendido al equipo ante cualquier competición; sustituir no es solamente fichar, hay que poner dinero y el dueño del club es quién decide cómo y cuándo, y las consecuencias a la hora de tomar esas decisiones pueden ser determinantes si no se hacen a tiempo.
Ahora mismo Avenida se encuentra en una situación límite, no hay jugadoras franquicia que puedan tirar del carro más allá de la Armada Española formada por Silvia, Vilaró, Leo ó Gil, acompañada de Koné y Delaere; Hartley ha sido una absoluta decepción y no se espera mucho más de la jugadora franco-americana, su marcha a Turquía es cuestión de días.
Con estos mimbres nos enfrentamos a un final de mes en el que luchar sin incorporaciones va a ser imposible de gestionar por parte del staff técnico, los enfrentamientos que vienen serán duros y complicados de sacar adelante, principalmente contra Zaragoza co-líder de la Liga Femenina y con una tendencia claramente ascendente, la Marea Azul, estará como siempre, nunca ha fallado y menos en estos momentos que se sienten más cerca que nunca de sus jugadoras, para hacer frente a un nuevo reto y antes hay que parar esta situación que personalmente, nos ha llevado a tener al equipo demasiado vulnerable.
Lo que suceda a partir del próximo sábado marcará el rumbo para bien o para mal, pero la preocupación por la situación de unas profesionales que se dejan la piel en cada partido, es lo único que debe prevalecer en la mente de quienes dirigen este Club, ellas son las que mantienen la ilusión porque lo han demostrado en innumerables ocasiones.
La derrota supone perder una buena oportunidad de afianzarse en el grupo, perder el average con el equipo francés y colocarse de nuevo en una situación complicada de cara a la posible clasificación para cuartos, pero eso forma parte de un futuro que aún está por escribirse y por delante hay compromisos mucho más importantes como el de este sábado en el que Würzburg deberá mostrar lo que es una afición de verdad, que vive sólo por el baloncesto femenino, sin añadidos y sin colorantes, con más de 30 años por delante y en donde la deportividad se antepone a la radicalidad.
Javier Martín
📸 Fotos CB AVENIDA
EUROLEAGUE WOMEN GAMEDAY 9
VILLENEUVE D’ASCQ LM 82 (16+20+20+26): Kennedy Burke (16), Karlata Diaby (26), Janelle Salaun (11), Kamiah Smalls (8), Shavonte Zellous (13) -cinco inicial-, Aminata Gueye (2), Caroline Herlaud (3), Maxuella Lisowa Mbaka (3), Charlotte Abraham (0), Clara Causer (0), Elodie Lubert (0).
PERFUMERÍAS AVENIDA 58 (21+10+19+8): Silvia Domínguez (1), Antonia Delaere (2), Laura Gil (11), Sika Koné (16), Aldrea Vilaró 817) -cinco inicial-, Olcay Çakir (2), Bria Hartley (9), Leonor Rodríguez (0), Lucía Rodríguez (0).
ÁRBITROS: Veronika Obertova (Eslovaquia), Nikola Bejat (Noruega), Veronika Vavrova (República Checa).