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La vuelta de Avenida a Würzburg, escondía una sorpresa aunque todo ello no se sabría hasta concluir el encuentro frente a Gernika.
La crónica de hoy es si cabe la más complicada y difícil de cuantas haya pensado escribir, probablemente los sentimientos y el amor por el club hacen que estas noticias trasciendan a las victorias o a las derrotas.
Hablar del partido de hoy, creo que no aporta absolutamente nada, lejos de analizar las sensaciones con las que vimos a las jugadoras de Avenida, lo ocurrido al concluir el choque lo eclipsó todo.
Hace dos años y medio que aterrizó Roberto Íñiguez en Salamanca, un tipo peculiar, no pasa desapercibido nunca, vive por y para el baloncesto, disfruta con lo que hace y deja huella por donde pasa.
Antes estuvo en Valencia, hizo campeón a Ros Casares, con Girona le pasó parecido y allá por donde ha estado, incluidos equipos de otros países, sus jugadoras, dirigentes y aficionados, le han rendido homenajes y muestras de cariño.
Aunque la memoria a veces se ausenta, en el deporte parece que los ojos muestran caras diferentes dependiendo del color que veamos, el blanco puede ser negro por una convicción ideológico-deportiva.
Sin entrar a analizar su trayectoria en Avenida, el carisma que lleva consigo Roberto es innegable, lleva la carga del equipo a sus espaldas para lo bueno y para lo malo, ello provoca reacciones tan dispares que lo llevan a situaciones límite.
Precisamente este año, cuando los resultados no son los que acostumbra a tener el club, con un cambio de condiciones en cuando a las configuraciones de las plantillas, se da una noticia que ensombrece el futuro del equipo.
Nunca es buen momento para dar una mala noticia, siempre hay damnificados y en este caso, la marcha del hasta ahora entrenador de Avenida, afecta a todo el Staff, dirigentes y aficionados.
La marcha del equipo en las competiciones no es la esperada, ni en los resultados ni en el juego, falta de revulsivos, lesiones, enfrentamientos, no se dio con la tecla exacta para hacer funcionar la maquinaria.
Hasta para un gladiador como él, las situaciones extremas tienen un límite y la carga negativa generada en estas últimas semanas han desembocado en una decisión probablemente consensuada entre técnico y presidente.
Íñiguez abandona Avenida, por el bien del club, para quitarle de encima su protagonismo que, en palabras del propio Íñiguez, perjudican a toda la entidad, ese es su mensaje.
Su esfuerzo durante estos dos años y medio por mejorar los estamentos del club, mejorar las instalaciones, el Staff, en definitiva hacer que crezca como equipo de élite que es, han sido una constante.
Las diferencias con determinadas personas del entorno (Carlos Méndez) marcaban un camino de desencuentros que acabaron con la dimisión del gerente salmantino.
Demasiados frentes para una persona con carácter, que se toma su trabajo demasiado en serio, que defiende a su club como algo suyo, profesional íntegro como pocos, denostado por quienes no le conocen.
Su marcha es una decepción personal, conocerle aún con cierta distancia, nos ha permitido aprender baloncesto, tácticas y control del tempo, cierto es, que con ciertas dosis de explosividad y gritos, a veces incomprendidos.
El vacío que deja, solo el tiempo nos lo dirá, pero lo que es seguro, es que se va el mejor entrenador que hay en Europa actualmente, y la Liga Femenina pierde a un técnico difícilmente reemplazable.
Para sus «haters»: se les acabó la fuente de inspiración, objetivo y diana de sus odios, crearon un ambiente crispado que culminó con escenas muy desagradables, estos cazadores continúan minando las redes de insultos y agresiones verbales, la ignorancia es el mejor antídoto.
Para Avenida y su Marea Azul: levantarse es una obligación, el pasado ya nos enseñó lo difícil que es llegar a la meta, nadie dijo que fuera fácil y tampoco que fuera posible, pero se logró.
Para Roberto: desde el corazón, es un día muy triste, me creí sus palabras: «nunca abandonaré…», decepción pero comprensión, nada es para siempre, hay un comienzo y un final, pero el legado que deja es enorme, gracias por enseñarnos que con poco, se pueden hacer realidad muchos sueños.
Hoy Avenida venció a Gernika en partido correspondiente a la jornada 17 de Liga Femenina 73-54, pero perdió bastante más al finalizar el choque.
Javier Martín.
