Las derrotas duelen aunque forman parte del deporte y suponen una posibilidad cuando se está inmerso en una competición, pero hay formas en las que perder implica sentirse orgullosos por haber hecho bien el trabajo aunque las fuerzas no lleguen para lograr el éxito. Precisamente Avenida como club, puede estar tranquilo en este aspecto, su enorme esfuerzo aunque insuficiente, dejó bien claro que es siempre el equipo a batir y que en los próximos retos las circunstancias pueden cambiar de bando.
Con un ambiente extraordinario, unas gradas prácticamente repletas recibía Würzburg el partido más esperado entre los dos líderes de la Liga Femenina, por una parte Zaragoza venido a más, con tintes de Grande (de verdad), desplegando un roster de jugadoras que les está dando vida en todos los partidos a los que se presenta, un equipo al que le sale todo, tiene acierto, tiene calidad y también esa pizca de suerte que también es necesaria para lograr triunfos (pasó en la Copa); por otra estaba Avenida que llegaba tarde a las últimas citas, sin refuerzos, con bajas importantísimas, jugadoras muy mermadas y dejando en bandeja a los rivales la posibilidad de vencer al club bandera del baloncesto español.
No obstante la disputa del encuentro era toda una incógnita, tras los últimos esfuerzos realizados por ambos conjuntos en Euroliga este choque suponía un plus de esfuerzo para dirimir quién se pondría al frente de la clasificación, y a priori la ventaja era visitante por su trayectoria y mejor situación física, si bien pasar por Würzburg es una prueba dura la presión a la que están sometidas las jugadoras por al ambiente, influye de manera decisiva en su forma de jugar, por mucho que lo pretendan aquí es diferente.
Empezó el partido muy intenso con intercambio de golpes por ambas escuadras, Zaragoza partía con Mariona, Fiebich, Diallo, Gulbe y Pivec un cinco potente, grande y acertado, que pronto dio muestras del porqué están donde están; lo hacen muy bien y saben a lo que juegan, también ayuda que el roster está bastante completo y cuentan con la ventaja de tener rotaciones para repartir esfuerzos, con estos mimbres emprendieron la conquista del feudo charro frente a un Avenida tremendamente mermado y sin mucho más de lo visto en anteriores citas, aunque con una entrega y lucha digna de elogio.
Sin una igualdad de fuerzas sobre el papel, el factor cancha desplegaba un factor importante en la cita, hay quienes pretenden comparar el ambiente vivido en Salamanca con otros lugares en los que (por circunstancias del colorante) meten el doble de personas (que no aficionados) para provocar más ruido, no se cansen, lo genuino y auténtico es lo que hay, lo que perdura durante tanto tiempo tiene un valor incalculable, y eso que lo han intentado desbancar por activa y por pasiva varios proyectos deportivos de por medio; el resultado ha sido el de siempre: algunos acabaron por hundirse y desaparecer. Por ello se pide respeto para quienes han luchado desde la humildad por un baloncesto femenino profesional, por quienes llevan años viajando por toda España dando color y alegría a un deporte en evidente ascenso, para conseguir una competición más bonita, más sana y más atractiva, algo que algunos sólo entienden desde la descalificación y sintiendo probablemente envídia.
A pesar del empuje que las visitantes impusieron, Avenida consiguió no despegarse demasiado, con una Silvia tocada, Koné renqueante y el resto procurando aportar lo que las circunstancias permitían, es evidente que el acierto en el tiro exterior es algo que brilla por su ausencia, y la lucha por la zona se conviertió en algo más que una batalla, pues el poderío físico de las aragonesas superaba a lo que las salmantinas aportaban, Gil se peleó con las torres zaragocistas y fue la que soportó el peso del ataque charro, pese a todo el primer cuarto concluye con un 17-20 y las espadas en todo lo alto.
De nuevo hay que destacar a Delaere, se sigue gustando y las actuaciones de la belga van a más, una buena noticia para Pepe Vázquez que sin duda beneficiará al equipo en cuanto la plantilla recupere efectivos y las nuevas incorporaciones se acoplen a la plantilla, precisamente Horvat tuvo sus primeros minutos en pista y los aprovechó dejando muy buenas sensaciones, aún con las dudas acerca de cómo tiene que moverse, el papel que debe desempeñar en este grupo, con apenas dos días compartiendo vestuario con sus compañeras no se puede pedir más a la australiana que dejó destellos de sumar más que restar.
Precisamente lo contrario que una Hartley que tiene a la grada bastante harta, cosa poco habitual en la Marea Azul que siempre protege a las suyas frente a las críticas y malas actuaciones, pero la paciencia hace tiempo que se acabó con una jugadora que precisamente resta y cuya mente está muy lejos de Salamanca, mala apuesta se hizo por ella que pensando en su curriculum, se pensaba podía aportar mucho como la gran jugadora que se preveía iba a ser, aportando calidad y experiencia para este equipo, pero no ha superado aún el período de inactividad tras la lesión, su nivel es ínfimo y no le llega para formar parte de un equipo como el salmantino.
El partido por entonces ya estaba comandado por las mañas, y en el segundo cuarto lo destrozaron a base de triples y la poca resistencia que las azulonas podían dar ante tal avalancha era insuficiente, destacar los tres triples consecutivos de Petra Holesinska que pusieron ya contra las cuerdas a las de Pepe Vázquez y a pesar de pedir tiempo continuaron machacando a su rival para dejarlo sin opciones de reacción e irse al descanso 39-47, la sensación era de resignación ante un poderío incontestable pero con matices, se dieron circunstancias ajenas al juego que influyeron aunque no de forma definitiva.
La polémica también existió y con disparidad de opiniones entre la bancada aragonesa y la salmantina; el trío arbitral fue un auténtico desastre, al nivel de lo habitual, mientras no exista el Play-Review no se solucionarán los errores tan escandalosos que un día sí y otro también llevamos sufriendo los aficionados con estos supuestos jueces que perjudican el espectáculo. Las quejas de las visitantes por las múltiples faltas sancionadas fueron sinceramente infundadas, los palos que dieron y la agresividad mostrada con la permisividad arbitral se antojaban cortas, puede que alguna más pudiera ser sancionada del lado azulón, pero las decisiones tomadas con anterioridad en los dos primeros cuartos fueron ya determinantes para el futuro, el mal estaba hecho. Mucho más evidente con la participación activa de Ángel De Lucas, de sobra conocido por la parroquia de Würzburg, elemento sospechoso por sus innumerables actuaciones parciales contra los intereses charros, pero claro para eso hay que conocer la historia y no todos están preparados para conocerla, hay que vivirla y son muchos años.
Hubo un hecho que precisamente sucedió con la misma jugadora zaragozana hace unas semanas, Gervasini se torció el tobillo y cayó al suelo, recogiendo el balón Çakir y anotando en solitario la canasta ante el asombro de los que presenciamos tal hecho; únicamente es el árbitro principal quién debe parar (si lo considera oportuno) el partido y de esa forma solucionar una situación que supone sentirse en inferioridad por circunstancias de fuerza mayor, no debió existir ventaja para el contrario y menos cuando el rival pudo haber sufrido una lesión, debería establecerse un protocolo que resuelva estos momentos, mucho pedir para un estamento tan devaluado como es el arbitral.
Tras el descanso y con una ventaja favorable a las zaragozanas, volvía la misma tónica, Gulbe la ex-perfumera anotaba un triple, respondió Silvia con otro, y el intercambio de golpes continuó pero resultando más beneficiado el conjunto visitante que amplió la ventaja hasta +12, la realidad era bastante negativa para los intereses salmantinos, tocaba aguantar el empuje y confiar en reducir una ventaja que pocos veían ya factible, no se apreciaba en el seno del conjunto perfumero una reacción que reparase ese roto y una vez más la fuerza de la Marea, tiró del equipo.
El esfuerzo iba a jugar sus bazas, también las de los árbitros que jugaban el partido, y las chicas forzaron la máquina con una Leo lanzada, apoyada por Gil, Vilaró, Delaere e incluso la aportación de Horvat que daba aire fresco a las azulonas suponiendo un respiro para el banquillo, todo dió lugar a imponer una marcha más, espoleadas por una grada que jamás dejó de animar a las suyas y el efecto surtió efecto pues se empezó a recortar la ventaja y ponerse a final de un tercer cuarto con el encuentro abierto 60-65.
Empezaba un nuevo partido, con 10 minutos por delante y la tendencia invertida en ambos conjuntos, ahora Avenida tiraba más y mejor, a Zaragoza se le encogía el brazo y perdía efectividad, no obstante llevaban 10 triples y eso les facilitó una renta con la que poder gestionar los embites que las salmantinas comenzaron a dar; las mañas con una Mariona no tan determinante como otras veces cometió su 5ª falta al igual que Pivec anteriormente, ambas quedaron fuera para la parte final, su excesiva agresividad era castigada demasiado tarde ante un banquillo visitante sorprendido y haciendo aspavientos.
Los minutos finales fueron más apretados, Avenida logró ponerse por delante apenas unos instantes aunque la gasolina ya no dió para más, el físico era escaso en ambos lados y la frescura solo la aportaba Leo y Vilaró quién tuvo el tiro definitivo para empatar el choque e irse probablemente a una prórroga que quién sabe lo que pudo deparar. La victoria se decantó por un buen Zaragoza, muy bien plantado, pero con un Avenida al que le faltaron efectivos y que probablemente se resarcirá de una derrota como esta más pronto que tarde.
Para el final la nota discordante la dió el entrenador del conjunto maño, en su línea, poco elegante, tanto cuando gana como cuando pierde: las formas Sr. Cantero forman parte del deporte, quizás nadie se lo haya dicho, pero a un técnico hay que valorarle también cuando sabe comportarse y Ud. a la conclusión no supo contenerse, además en un lugar donde por encima de todo se respetó en todo momento al rival, quizás en su escuela le transmitieron otros valores pero no por ello son los más acertados.
Mucho ánimo para Avenida, para Pepe Vázquez que tiene todo nuestro apoyo, más no se puede hacer con lo que tiene; a las chicas con su capitana Silvia Domínguez, ningún reproche y todo el agradecimiento, siguen siendo el rival a quienes todos quieren batir y seguro que van a estar ahí cuando los refuerzos completen el roster; a la Marea Azul agradecer lo bien que se comportó, aplaudiendo al final al rival, por increible que les parezca a algunos eso se hace aquí, por ese motivo Würzburg es más grande que ningún otro lugar, la mejor afición y la más sana, en eso no nos gana absolutamente ninguna masa social puramente de baloncesto femenino, los colorantes podrán sumar número, pero no la calidad ni el liderazgo que todavía ostenta la afición de Salamanca.
Javier Martín
📸 Reportaje Oscar Haro Twitter @garydeharo
JORNADA 12 LIGA FEMENINA
PERFUMERÍAS AVENIDA 74 (17+22+19+14): Silvia Domínguez (10), Andrea Vilaró (11), Antonia Delaere (5), Laura Gil (10), Sika Koné (9) -cinco inicial-, Olcay Cakir (4), Bria Hartley (2), Leonor Rodriguez (14), Lucia Rodriguez (0), Chantel Horvat (9).
CASADEMONT ZARAGOZA 78 (20+27+18+12): M. Ortiz (4), M. Pivec (5), A. Gulbe (8), L. Fiebich (12), Diallo (8) -cinco inicial-, P. Holesinska (11), V. Gimeno (11), N. Hermosa (2), T. Atkinson (6), A. Gervasini (3), Gendolf (8)
ÁRBITROS: Ángel De Lucas De Lucas, Asier Quintas Álvarez, Rodrigo Garvin Domingo.