Mate Al Aro

Würzburg Inside. Desolación o vergüenza.

Es el momento de analizar lo que muchos aficionados al baloncesto han expresado por redes o en corrillos, la situación de Avenida actualmente supone un continuo intercambio de opiniones y críticas que ponen en cuestión el proyecto gestado por el club para esta temporada.

En el año cero desde que Carlos Méndez abandonase su puesto como responsable de la parcela deportiva del conjunto salmantino, las cosas han cambiado o al menos ciertos criterios a la hora de configurar el equipo han dejado entrever otra forma de trabajar.

No cabe duda que quien llevaba tantos años en primera línea demostró conocer muy bien el mercado y las posibilidades tanto del club como que las jugadoras elegidas fueran idóneas para los objetivos que se buscaban.

Tras muchos años disfrutando de un baloncesto extraordinario, temporadas memorables, jugadoras que han dejado huella en la afición, hay que asumir que todo tiene su tiempo y cada vez es más difícil estar en la élite.

Recordar tiempos en los que no se ganaban títulos, se luchaba por estar arriba, llegar a finales, asombrando a todos al ver la capacidad de superación de un equipo inferior económicamente frente a presupuestos mucho más potentes, proporcionaba una sensación de orgullo indiscutible.

Eran momentos en los que la ilusión invadía a los amantes de este deporte, que veían cómo desde la humildad se iba originando un espíritu que, a medida que pasaban los años experimentaba un despegue colocando al Club como uno de los aspirantes a ganarlo todo.

Detrás de todo había mucho trabajo, inversión, quebraderos de cabeza, no siempre sale todo perfecto, ni tampoco se puede acertar con todo lo que se elige, precisamente ese es el trabajo más complicado y oscuro en la gestión de un equipo, pero a la vez el más importante.

Tras los problemas acaecidos la pasada temporada, técnico que abandona a mitad de temporada el club, un equipo con problemas de concentración, malos resultados, lesiones, … comenzaba una nueva etapa, en la que el presidente pasaba a ocuparse de todo.

Llevar adelante un proyecto como Avenida no es misión sencilla, el mérito de haber puesto a Salamanca y al propio club como referente del baloncesto femenino nacional pertenece en exclusiva a la Familia Recio, quien no sepa agradecerles lo que están haciendo por la ciudad y por los que amamos este deporte, vive en otra realidad.

Su mecenazgo nos ha permitido ver pasar por Würzburg al mejor baloncesto mundial, las mejores jugadoras, estar en la élite, soñar con títulos que antes eran una quimera, no lo olvidemos sobretodo ahora que parece que todo se ve de color negro y las peores perspectivas parecen sobrevolar en el seno de la entidad.

Tras lo sucedido en la última jornada de Liga, con una serie de partidos perdidos (cinco consecutivos), la Marea Azul inevitablemente se siente abatida por una situación más que preocupante, ver a sus jugadoras tocadas tanto física como mentalmente no es muy agradable y la evolución positiva de la misma parece no tener fin, al menos por el momento.

Würzburg no siempre puede hacer milagros, las llamadas a tirar del carro para ayudar a las chicas, darles ese plus anímico con el fin de sortear las dificultades que el destino te va dejando por el camino en forma de lesiones o mermas físicas, tiene un límite que acaba por agotar el crédito, ya no da para más.

Culpar a las lesiones de jugadoras claves como es el caso de Fasoula o más reciente de Prince no parece suficiente argumento para justificar la debacle en la que se encuentra inmerso Avenida en las últimas semanas, ocultando otros problemas evidentes: el ADN no es suficiente.

Las charlas mantenidas con muchos aficionados dejan entrever carencias que son vox populi entre todos, con el riesgo que siempre supone el desconocimiento, que de puertas hacia fuera tiene el público que sigue a su equipo, pero hay que considerar como positiva la preocupación de algo que sienten como suyo.

En primer lugar, la Marea Azul pone en entredicho varios nombres de quienes componen la actual plantilla, estando a la cabeza precisamente la que ya no está. El fiasco de Bria Hartley ha supuesto un riesgo demasiado caro, primero para el club por su coste, segundo para el equipo porque ha restado más que aportado; su incorporación tras un larguísimo período de inactividad por una lesión ha supuesto una mala elección, sin ritmo, sin buenas sensaciones, muy perdida y dejando al equipo sin una componente que debió ser parte fundamental del proyecto para este año. Se intentó ayudarla a mejorar, integrarse en la plantilla, pero definitivamente no ha aportado nada y su participación en estos meses ha sido puramente testimonial.

Otra de las quejas de la Marea Azul se centra en Olcay Çakir, la ex-base de Fenerbahçe aterrizó en Salamanca procedente de Turquía eligiendo Avenida como club de referencia. Es la primera vez que sale de su país para jugar al baloncesto de manera profesional y en un club extranjero, ello implica siempre un período de adaptación tanto de la forma de vida como en el funcionamiento de una entidad muy distinta de la cual procede. No ha terminado de explotar su juego, salvo un partido frente a Cukurova precisamente en Turquía y su defensa asfixiante el día de la Virtus, a Çakir se la ve sufrir y no encontrarse cómoda, eso se refleja en la falta de confianza mostrada en muchos partidos, demasiada desventaja cuando su papel en el equipo es cubrir a Silvia Domínguez y darle descanso.

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Por otra parte se habla de la falta de oportunidades para Lucía Rodríguez, siendo evidente que fue elegida por el club como jugadora con gran proyección, tiene una mano para la media y larga distancia extraordinaria pero no goza de la confianza del cuerpo técnico. Sabiendo que viene de una categoría inferior (Liga Challenge) es un dato que se conocía desde el principio de temporada, eso sumado a los graves problemas de bajas y lesiones que el equipo ha padecido, la no inclusión en varios encuentros a esta joven jugadora puede haberle supuesto perder una progresión y aporte que hubiese venido muy bien al grupo.

Antonia Delaere tampoco ha convencido del todo a gran parte de la afición charra; mi opinión al respecto es que ella tampoco había encontrado su sitio y en los últimos partidos ha mostrado una calidad y buen hacer que desmonta todo lo que alrededor de ella se ha comentado. Antonia es una jugadora top, gran defensora y trabajadora, quizás su labor no se haya visto de la misma forma que la de otras de sus compañeras, pero es posible que no todo sea culpa de la jugadora belga, tampoco la marcha del equipo ha ayudado y el juego no le permite lucirse en las actuaciones que ha tenido hasta el momento.

Pepe Vázquez ha sembrado dudas desde el día en que aterrizó en Würzburg, si antes no lo ha dicho nadie es porque o no se ha atrevido, o simplemente ha preferido obviar este dato. El técnico gallego es muy querido por la afición salmantina, apoyado desde el primer día que se hizo cargo del equipo en una situación muy difícil, pero con valentía afrontó el reto e hizo un final de campaña más que aceptable, dos finales (Copa y Liga) aunque en ambas se perdió. Sin embargo, la planificación de esta temporada, la elección de jugadoras, su gestión, el juego planteado sobre la cancha, no terminan de convencer a nadie, tampoco el discurso del equipo en construcción, no toda la culpa es de él pero también parte de su gestión tiene importancia tanto para bien como para mal.

Determinados momentos claves se le ha visto dudar o no reaccionar, eso origina una incertidumbre en la grada que se plantea la ideoneidad en la elección que se hizo por parte de la directiva para dirigir a un equipo como Avenida. La presión en este club es tremenda sobre todo cuando no se gana y aguantar mucho más tiempo con una situación tan difícil se antoja complicado, no todo consiste en trabajar bien o intentarlo, hay que ofrecer buenos resultados porque hay una imagen en juego.

La parte más agradable la configuran las auténticas, el bloque ADN con Silvia a la cabeza y tras ella: Vilaró, Leo, Laura y la inclusión de Koné en el grupo dada su impresionante calidad. Todas ellas forman el verdadero Avenida, el que lucha hasta el final y siente de verdad lo que significa llevar esa camiseta, pero hasta este grupo de heroínas son humanas y no han podido evitar entrar en una dinámica tan negativa como la que sufre el equipo.

Lamentablemente esta situación no ha llegado a su fin, las bajas y la tardanza en incorporar efectivos al roster han abocado a la plantilla a exprimirse y no poder dar más de sí, encandenando derrotas, pero lo peor ha sido mostrar una imagen devastadora: hundimiento físico y moral. Aunque las críticas no son bien recibidas, el único propósito es mostrar la preocupación del socio por el estado en el que se encuentra su equipo, los deseos por revertir una situación que esperan se solucione pronto, pero siempre al lado del club y el apoyo incondicional de una afición que nunca dará la espalda.

Esperemos que este período de descanso sirva para recuperar fuerzas y sensaciones, no está todo perdido, el deporte incluye períodos que suponen un desgaste anímico, todo forma parte de ello y hay que asumir responsabilidades y si ello significa conformarse con las armas que se aportan, será con el apoyo a la gran familia que constituyen Avenida y su Marea Azul.

Desde aquí deseamos a todos los amantes del baloncesto femenino Feliz Navidad y que el año nuevo traiga sobre todo mucha salud, paz y armonía para todos. En Mate al Aro esperamos seguir contando las noticias y novedades de este apasionante deporte que cada día tiene más seguidores.

Javier Martín.

📸 Reportaje gráfico Óscar Haro Twitter @garydeharo

Javier Martín
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