Vivir noches como esta, hace que uno se enganche al baloncesto femenino de por vida. Tras haber vivido una temporada convulsa, con situaciones que pusieron al equipo salmantino al límite, sin capacidad de reacción, parecía haberse perdido el espíritu competitivo que caracterizaba a este club.
Würzburg regalaba una noche especial a sus aficionados con la disputa de una eliminatoria muy complicada entre Avenida y Feberbahce, cuartos de final para forzar un tercer partido o por contra cerrar el pase definitivo del conjunto otomano a la Final 4.
Partidazo europeo con un ambientazo increíble, el de las grandes ocasiones y no era para menos, recibir al actual campeón de Europa después de haberle puesto contra las cuerdas en Turquía, daba un halo de esperanza a la afición charra de poder dar la campanada.
N. Martínez puso a su quinteto de gala, Carter, Leo, Delaere, Gil y Hatar, con la intensidad habitual y carente de complejos, sorprendiendo al campeón turco, que se veía incapaz de gestionar un ambiente así. Por momentos se hacía difícil reconocer a Feberbahce como equipo favorito a llevarse el título, que atenazado por las salmantinas se veían superadas en todas las facetas, especialmente en la defensa.
Con una grada rendida a las suyas, imponían un ritmo frenético llegando a desesperar a jugadoras y entrenadora rival que no daban con la clave para detener tal avalancha de juego. Anderson, Milic , McBride, Collier y Onar eran la artillería desplegada y sin duda que tienen una calidad incuestionable, pero tampoco son inalcanzables y el planteamiento del partido de las locales fue muy serio.
El gran despliegue del conjunto perfumero con una Leo absolutamente imprescindible en el esquema de N. Martínez, hacían caer una y otra vez a las turcas en errores y pérdidas de balón permitiendo tomar una ligera ventaja en el marcador. Todo ello facilitaba tener buenas transiciones, correr con el balón y encontrar opciones de tiro idóneas para comandar el partido.
La gran actuación de Gil ya no es noticia, nos tiene acostumbrados, pero es que la murciana se crece ante rivales de muchos kilates, su coraje y garra le permiten superar a jugadoras con mayor envergadura hasta empequeñecerlas. Sin embargo si que habría que destacar la vuelta a la normalidad tras los números de Koné (12 ptos. 7 reb ), entró con nervios pero fue creciendo a medida que avanzaba el encuentro, es vital que vaya recuperando sensaciones.
La parte defensiva estaba siendo clave, y mucha culpa de ello la tuvieron Delaere y Vilaró que desencajaron a McBride, algo más preocupada por la grada que por el juego. Avenida se encontraba agusto, disfrutaba del baloncesto, el balón corría y funcionaba todo bastante bien.
El primer cuarto cogió por sorpresa a Feberbahce, el ambiente y el juego desplegado por las locales no dejaban pensar al actual campeón de Europa, dejando un marcador apretado pero ilusionante para los aficionados que llenaban el pabellón 19-15.
El plan marcado se iba cumpliendo, aunque existía la duda de saber hasta cuándo podría aguantar el equipo tormesino a este ritmo de exigencia. Es cierto que por lo visto hasta ese momento, Feberbahce no daba la impresión de ser quien era y por contra las azulonas (ayer de blanco) fueron un torbellino.
Con Çakir y Carter dirigiéndo al equipo, Koné, Hatar y Gil haciendo frente a las torres turcas, Vilaró, Leo, Prince y Delaere moviéndose por las bandas, pusieron a su equipo con +11 (34-23) a falta de dos minutos para que se irse a vestuarios, pero entre Anderson y McBride lograron reducir la sangría para dejarlo en 36-30.
Lo que pasó a partir de entonces muchos no lo entenderemos, pudo ser fruto del cansancio, relajación, o… Más que méritos de Feberbahce fueron errores y malas decisiones de las charras que cayeron en un pozo del cuál no supieron salir.
Aprovechó el regalo el conjunto turco endosando un parcial de 6-22, inasumible para quienes quieren competir en la élite. De repente desapareció Avenida, las rotaciones fueron raras, la tensión brilló por su ausencia, N. Martínez tampoco daba muestras de encontrar remedio ante tal desastre y las jugadoras lo acusaron.
El público lo intentó, no paró de animar a las suyas pero en el fondo sabían que el esfuerzo realizado en los dos primeros cuartos, se tiró por tierra debido a la falta de planificación técnica. Una pésima entrada en juego en el tercer cuarto que ahogaron todas las esperanzas, no se puede explicar de otra forma.
El show lo puso McBride, con el mal gusto por bandera, se atrevió a mofarse de la afición salmantina tras convertir una de sus magníficas canastas. Se puede ser una estrella y también dar ejemplo de deportividad y fair-play, pero últimamente se van viendo ejemplos en los que el forofismo traspasa la grada y se cuela en la pista: mala imagen das al deporte si te conviertes en un macarra.
La ventaja empezó a ser una losa demasiado pesada aunque las perfumeras llegaron a quedarse 10 ptos. por debajo 42-52 concluyendo así un tercer cuarto para olvidar. Se notaba un bajón anímico y por ende la sensación de que la remontada se hacía muy difícil ante un equipo turco que ahora sí, despertaba de su letargo.
Con 10 minutos por jugar y con rotaciones poco explicables, siguió Avenida padeciendo el partidazo de Onar, dándole una verticalidad y efectividad que ni Çakir ni Carter supieron detener. Por otra Milic que evidenció su enorme calidad ya conocida en Salamanca, estuvo imparable en la pintura sobre todo en la segunda parte, con números de auténtica estrella.
Lo que sucede es que al equipo azul no puedes darle nunca por vencido, y aunque Feberbahce llegó a disponer de +17 a su favor, entre Carter y Koné revivieron la cultura del ADN poniendo a las salmantinas a tiro en las postrimerías del encuentro.
Sin contar en los últimos minutos con Prince, Hatar ya desaparecida desde hacía tiempo, sin Delaere, y con más corazón que acierto, entró en escena Lucía Rodríguez entendiéndose este detalle como un premio para que ella pudiera tener minutos en el último partido europeo de la temporada. Lo cerró con un triple que volvió a animar a la hinchada perfumera, aunque ya no daba para más, concluyendo de esta forma la participación del equipo salmantino en la Euroleague 67-73.
Lástima por no poder contar una victoria que pudo darse si la concentración no se hubiera perdido durante esos fatídicos minutos del tercer cuarto. Pero la historia de Avenida está llena de grandes partidos, no todos con victorias, pero si repletos de orgullo y honor.
Queda temporada y el equipo puede y debe luchar contra cualquier rival que se precie, hay calidad y clase para regalar a la Marea Azul algo bonito este año, creo que muy merecido.
Javier Martín.
📸 Reportaje Óscar Haro.
X / Twitter @garydeharo
Euroleague Women Quarter-Final Match 2
PERFUMERÍAS AVENIDA 67 (19+17+6+25): Arica Carter (14), Leo Rodríguez (14), Antonia Delaere (2), Laura Gil (9), Bernardette Hatar (4) -cinco inicial-, Olcay Çakir (2), Alexis Prince (2), Andrea Vilaró (5), Sika Koné (12), Lucía Rodríguez (3).
FENERBAHÇE ALAGOZ HOLDING 73 (15+15+22+21): Yvonne Anderson (15), Napheesa Collier (14), Kayla McBride (12), Nikolina Milic (14), Sevgi Uzun (0)-cinco inicial-, Marieme Badiane (9), Kitja Laksa (0), Alperi Onar (9),
ÁRBITROS: Lukasz Jankowski (Polonia), Edgard Ceccarelli (Francia), Alessandro Perciavelle (Italia