Ya estamos en Marzo y es tiempo de disfrutar de la bendita locura del baloncesto universitario. Uno de los mejores espectáculos de baloncesto del mundo que queremos disfrutar con todos vosotros. Y para ello pasamos a analizar el bracket, donde los 4 mejores finalizarán su camino en Houston, sede de la Final Four.
Alabama, número 1 nacional, tiene la gran ventaja de jugar sus dos primeros partidos en Birmingham, con lo cual será como jugar en casa tanto ante Texas A&M C-C como ante el ganador del West Virginia – Maryland (partido inaugural del Madness). Parece más que improbable que los de Nate Oats puedan caer ante los texanos y partirían como claros favoritos también en la segunda ronda. Brandon Miller es carne de NBA y a pesar de sus problemas extradeportivos llega en un gran estado de forma -y con todos los focos mediáticos puestos en él- a este Madness.Junto a él Quinerly (ya graduado) en la dirección y Bediako bajo los tableros serán los puntales de los Crimson Tide.
A San Diego State le ha tocado bailar con una de las más feas: Charleston será una prueba de fuego para los californianos. Al vencedor le tocará Virginia o Furman. Los Cavaliers parten con ventaja para superar ambas rondas. A Virginia le cuesta anotar pero su excepcional defensa y control del ritmo del partido a través de su base Clark son una garantía en este gran baile.
Siguiendo hacia la parte baja del cuadro parece lógico un enfrentamiento Arizona-Baylor en el Sweet 16. Los de Waco deben ganar sin problemas a UC Santa Barbara. Posteriormente se enfrentarían a Creighton o NC State, equipos irregulares que te pueden eliminar gracias a su racha exterior o hundirse ellos mismos. No obstante a los de Scott Drew les saldrá seguro la vena competitiva y los vemos lejos en el gran baile. Arizona no debería pasar apuros para superar a Princeton pero Missouri (favorita ante Utah State) ya es harina de otro costal. Los de Tucson no juegan tan rápido y efectivo este año pero no podemos descartarlos para el Elite 8.
Memphis, en un gran estado de forma tras ganarle el torneo de conferencia a Houston, se medirá las caras ante otro de los programas revelación del curso: Florida Atlantic. No será sencillo para los de Penny Hardaway pasar a la siguiente ronda donde les esperará nada más y nada menos que Purdue (si gana a la débil Farligh). Matt Painter confía ciegamente en Zach Edey para anotar y crear ventajas.
Duke, tras una discreta temporada en la ACC, llega en buen momento al Madness con el campeonato ACC bajo el brazo. Filipovski está haciendo una gran temporada y Proctor quiere liderar el perímetro Blue Devil para llegar lo más lejos posible. Oral Roberts parece su primera víctima, aunque conviene recordar -y lo haremos más de una vez- que esto es el March Madness. Si superan el escollo se enfrentarían al vencedor del Tennessee-Louisiana. ¿Otro fracaso más para Rick Barnes con equípazos en Nashville? Vescovi quiere impedirlo en su último año universitario.
En las restantes eliminatorias de la East saltarán chispas. Empezamos con una inconsistente Kentucky que deberá ganar a Providence para enfrentarse presumiblemente a Kansas State, que no parece que salga derrotada contra la humilde Montana State. De esta eliminatoria wildcat puede depender el futuro de John Calipari, que estuvo en la cuerda floja tras varias vergonzosas derrotas seguidas en la SEC. Para ello contará con el mejor reboteador de la liga: Oscar Tshiebwe, que ha desarrollado también un tiro de media distancia más que interesante.
Muy igualado parece el enfrentamiento entre Michigan State contra USC. Apostamos por los de Izzo, veterano en este tipo de citas. El premio: jugar en segunda ronda contra Marquette o una trabajada Vermont. Los de Shake Smart llevan una temporada de fábula y serían capaces de cargarse a los Wildcats de Calipari más adelante.
Nos dirigimos ya a la Midwest. Houston tiene ahora mismo lesionada a su estrella Marcus Sasser pero no parece un gran impedimento para pasar de rondas contra Northern Kentucky y el vencedor del Auburn – Iowa (Pronóstico incierto para este choque) Si Sasser no se recupera será difícil que puedan competir contra el vencedor de la parte baja del cuadro, que bien podrían ser Texas, Texas A&M o Iowa State, de los que hablaremos más adelante.
Miami no ha tenido suerte en su primer emparejamiento al caerle un hueso mid-major como Drake. Los Hurricanes han dado muestras de irregularidad y no parece descabellado un upset en esta eliminatoria, donde el ganador se mediría contra Indiana o Kent State, donde los de Bloomington parten como favoritos con Jackson-Davis y Hood-Schifino como estiletes.
Iowa State se jugará las castañas contra Pittsburgh, que encontró el premio en el Madness no sin sufrir previamente ante Mississippi State. Ojo a los Panthers que no tienen nada que perder tras una gran temporada. Los de TJ Otzelberger son capaces de cargarse a cualquier top 5 y dependerán del acierto de su microondas Kalscheur para lograr cotas mayores. Si juegan a su nivel hay que contar con ellos para el Sweet 16. No deberíamos dar por muerto a Xavier -favorito ante Kennessaw State, que debuta en el Madness- pero nos inclinamos por los Cyclones.
Por la parte baja de su cuadro circulan Texas y Texas Tech, ambas en un buen momento de forma. No les ha afectado para nada a los Longhorns la salida de Chris Beard, mientras en College Station ven como su programa se quiere poner al nivel de fútbol americano en éxitos. Buzz Williams ha inculcado una mentalidad ganadora a sus pupilos, y dirigidos por Wade Taylor IV intentarán llegar al Sweet 16 que ya sería todo un logro para ellos. Pronóstico muy abierto en este más que posible enfrentamiento.
Pasamos por último a la parte West del cuadro, encabezada por una Kansas que aspira a revalidar el campeonato. No parece Howard un rival de identidad, aunque Arkansas en la siguiente ronda ya serían palabras mayores. Es ahí cuando Wilson y Dick deberán coger el toro por los cuernos para llegar lejos ya que la clase de reclutamiento de los Razorbacks no es moco de pavo.
Por la parte baja del cuadro parece muy claro el cruce UCLA-Gonzaga en el Elite-8, a pesar del juego alegre y competitividad de un gran equipo como TCU. Los de Cronin son un bloque muy engrasado, dirigido a la perfección por Campbell y donde Jacquez (por dentro) y Bailey (por fuera) marcan las diferencias. Experiencia, defensa asfixiante, sólida dirección desde el banquillo…aparentemente lo tienen todo.
Por otro lado Gonzaga llega esta vez en un momento diferente. Sin tan buen equipo como en años anteriores pero también con menos presión al haber perdido ya varios partidos este curso. Su ataque es de los mejores del país y Mark Few sabe perfectamente lo que hace. Esta sí que será la última oportunidad para el bueno de Drew Timme de hacerse con él ansiado campeonato, pero necesitará que otros compañeros como Anton Watson den un claro paso al frente.
Desde Matealaro vemos como favoritos a UCLA y a Houston siempre y cuando Marcus Sasser pueda jugar. De lo contrario se abrirán las puertas de la Final Four a otros programas como Alabama o Baylor. Lamentándolo mucho por un fenomenal entrenador como Matt Painter no vemos a Purdue en la Final Four. Edey domina la pintura, sí, pero el resto de la plantilla creemos que no da el nivel para colarse entre los 4 mejores -muy pobre el 32% de acierto desde el triple- eso sin contar que puedan desquiciar al canadiense con defensas especiales o cargarlo de faltas en los momentos clave. ¿Cinderellas? Drake o Nevada parecen las más capacitadas para dar la campanada. Porque volvemos al dicho de siempre: esto es el March Madness y absolutamente todo puede ocurrir. Os lo iremos contando.