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Tras un parón de 4 días esta noche comienzan los octavos de final del March Madness, los 16 programas universitarios en liza se jugarán el pase al Elite-8, cuyos cuatro supervivientes lucharán por el título en la Final Four de New Orleans. Analizaremos una a una cada eliminatoria y daremos nuestro pronóstico. ¡Allá vamos!
Gonzaga vs. Arkansas. Los zags tienen de nuevo otra gran oportunidad para colarse en el Elite-8. Arkansas se cuela habiendo ganado por los pelos sus eliminatorias y no parece, a priori y debido a su irregularidad, rival de identidad para dejar fuera a los de Mark Few, que deberán imponer su dominio interior con Holmgren y un inspirado Timme. Además ya han salido airosos de finales ajustados este curso. Pronóstico: Gonzaga.
Texas Tech vs. Duke. Partido complicado para los Blue Devils ante un señor equipo como Texas Tech. Un conjunto rocoso, muy trabajado y sin fisuras que obligará a Duke a correr siempre que pueda y aprovechar el talento en transición de los Roach, Keels y compañía, sin olvidar a su estrella Paolo Banchero, al que Coach-K busca en situaciones de uno contra uno al poste bajo en finales de partido. Kevin Obanor llega en gran momento de forma para los Red Raiders que compiten al máximo gracias al legado dejado por Chris Beard, cuyo relevo ha sido cogido este curso por Mark Adams haciendo un excelente papel. Partido igualado pero apostamos por Duke.
North Carolina-UCLA. Difícil pronóstico entre dos programas que van claramente de menos a más en el campeonato. Hubert Davis ha visto la luz al final del túnel y la quiere hacer brillar aún más. Nos gustan más los Tar Heels con un estilo más alegre de juego pero probablemente Cronin, que casi se cuela en la final el año pasado dejándonos a todos boquiabiertos, tenga un cerrojo programado para parar a los Bacot, Davis, Black y compañía. Pronóstico: vemos a UCLA pasando de ronda.
Purdue-Saint Peter´s. El componente emocional juega un papel importante y todo el mundo estará con la humilde cinderella Saint Peter´s que ha logrado la machada de meterse entre los 16 mejores equipos del país, pero los Boilermakers tienen recursos y potencial de sobra (Edey podría hacer estragos en el juego interior e Ivey generando) para acabar con el bonito sueño de los Peacocks. Matt Painter tiene claro que no quiere relajaciones ni sorpresas. Pronóstico: Purdue.
Arizona-Houston. El favoritismo de Arizona es prácticamente unánime y más con la recuperación física del estonio Kriisa, pero Houston tiene la experiencia de haber llegado ya el curso pasado a la Final a Cuatro, una sólida defensa y el mejor rebote ofensivo de la competición, que a nuestro juicio los llevarán al Elite-8. Sampson saca petróleo de lo que tiene haciéndolo competir al máximo. Pronóstico: Houston.
Michigan- Villanova. Jay Wright se mueve como pez en el agua en estos momentos de la temporada, y los Wolverines llegan crecidos -muy significativas las declaraciones reivindicativas en rueda de prensa de su pívot Dickinson rescatando los gritos de burla de “al NIT!” de aficiones rivales tras su mal inicio de temporada, ahora les toca a ellos disfrutar- pero no los vemos dejando en la cuneta a unos expertos Wildcats, que tienen en Gillespie un seguro de vida. Pronóstico: Villanova.
Kansas-Providence. No será fácil para los Jayhawks vencer a los Friars, pero deben aprovechar la oportunidad. Remy Martin está en un gran momento de forma, y Bill Self tiene mimbres de sobra para llegar de una vez a la Final Four. Agbaji puede ser clave. Pronóstico: Kansas.
Iowa State-Miami. Siendo sincernos no contábamos con ninguno de estos dos programas jugándose una plaza por el Elite-8, pero nos decidimos por una sorprendente Miami que ha dejado fuera de combate a Auburn que venía con potencial y juego más que suficientes para vencerles. Sin desmerecer el grandísimo trabajo de TJ Otzelberger al frente de los Cyclones devolviendo al programa un claro carácter ganador. Pronóstico: Miami.
@TarHeelsNC
