Féliz es esa clase de jugador que da igual si juega bien o mal durante el partido, si pierde balones, si no está inspirado…si hay un final igualado, se la juega y en muchas ocasiones acierta. A pesar de dominar durante todo el partido (Londres solo conseguiría empatar el partido, nunca ponerse por delante) tuvo que aparecer don Andrés para darle otro «Final Feliz» a su equipo.
La Penya empezó el partido con mucho acierto tanto en defensa como en ataque, obligando al técnico local a pedir tiempo muerto a los tres minutos de partido (0-9). Como era lógico, Londres fue mejorando, pero el acierto de Shannon Evans y el desacierto local, hizo que los verdinegros consiguieran mantener la ventaja en el marcador (14-23). Londres mejoró en el segundo cuarto de la mano de sus explosivos exteriores, pero el acierto de Brodziansky y la contundencia de un inspirado Tyler Cook en ataque, hizo que la diferencia no disminuyera y los visitantes se fueran con un cómodo 30-40 al descanso.
El tercer cuarto fue bastante plácido para el Joventut, con una diferencia que osciló entre los 6 y 12 puntos durante el cuarto. Y cuando parecía que la Penya tenía el partido complicado e incluso podría luchar por el average, las cosas se le empezaron a torcer. Un parcial de 10 a 0 entre el final del último cuarto y el inicio del último, puso el partido en un puño (61-63); incluso un 3+1 de los locales lo consiguió empatar (65-65). La Penya volvió a coger aire con varias acciones de mérito (67-74) pero la mala defensa y fallos en varios tiros de jugadores clave como Andrews y Evans, hizo que el partido se volviera a igualar. Andrews hacía un triple que colocaba el +3 para los suyos (76-79), pero un error en el tiro libre de Feliz y una canasta de Mathews situaba el empate a 80 a 5,4 segundos de final.
Y cuando se olía la prórroga…Feliz dijo basta y finiquitó el partido con un tiro en bomba marca de la casa.
Gran victoria de la Penya que la afianza entre los cuatro primeros del grupo a pesar de no recuperar el average ante Londres (-11 en Badalona). La derrota del Hapoel ante Paris, le abre incluso la puerta a la segunda plaza, lo que parecía una quimera antes de las siete victorias consecutivas del cuadro catalán.