La Penya llegaba a Venezia con la intención de revertir la situación y conseguir la tercera victoria en Eurocup. Aún sin Chery, el 0-3 de los locales parecía un buen escenario para estrenarse.
Pero nada más lejos de la realidad, el cuadro verdinegro volvió a hacer un mal partido y cayó sin paliativos en Italia.
La primera parte fue de mala calidad ofensiva para los 2 equipos, como refleja el 33-26 con el que se llegó al descanso. La Penya no consiguió anotar ningún triple en esta primera parte, y solamente acciones aisladas de Kragg y Thomas daban algo de alas a los suyos. Además, Brodziansky se torció el tobillo y puede añadirse a Feliz como baja de larga durada, en espera de pruebas.
El inicio del tercer cuarto no fue más esperanzador, donde la distancia llegó a los 10 puntos. Entonces apareció el pundonor de Andrews, que empezó a anotar y asistir a sus compañeros para ajustar el marcador y dar opciones a los suyos (48-47) al término del tercer cuarto.
En el inicio del tercer cuarto 5 puntos consecutivos de Thomas daban la vuelta al marcador (50-52) pero ahí se acabó la gasolina visitante. Spissu y Tessitori tomaron el pleno control del partido, y con un parcial de 13 a 0 con varios triples sentenciaron el partido. Los últimos minutos fueron un descalabro para los verdinegros, que se mostraron como un conjunto sin alma ni pundonor para maquillar el resultado.
El nivel de los veteranos Vives, Ribas y Tomic está muy lejos del habitual, y a los jóvenes les está costando entrar en dinámica. Solamente Thomas, Kragg y Andrews a pinzeladas, dan un nivel mínimo para lo que exige el club. Sin comentar la actitud de Onuaku, muy muy lejos de lo que se esperaba de él hasta el momento.
Mucho tendrá que trabajar Carles Duran para revertir la situación y aproximarse a lo conseguido en temporadas anteriores.