El pasado 12 de Diciembre la ciudad de Austin (Texas) se commocionó por la detención de Chris Beard acusado de cargos de violencia doméstica. Su compañera sentimental Randi Trew alertó a la policía al ser víctima de un supuesto intento de estrangulamiento por parte del ya ex-entrenador de Texas. El caso copó todas las portadas de la prensa estadounidense con una evidente repercusión mediática debido a la gravedad de las acusaciones. En su declaraciones posteriores a la policía Trew negó que Beard tuviese intención de estrangularla pero sí mantuvo que hubo un forcejeo entre ambos.
El director de asuntos atléticos de la universidad Chris del Conte tomó la -previsible- decisión de despedir a Beard este jueves tras analizar los hechos aunque el juicio todavía no se ha celebrado. El vicepresidente de asuntos legales le envió una carta al abogado de Beard, Perry Minton, justificando un comportamiento inaceptable que le impide continuar como entrenador jefe del programa de baloncesto.
¿Volverá Beard a las canchas? Todo dependerá del resultado del juicio. Su futuro en el college basketball es muy negro, aunque si sale absuelto va a querer intentarlo de nuevo y lavar su imagen. Hay muchos programas en división I que le podrían dar una oportunidad. Pero si sale imputado con cargos sería el fin de Beard como entrenador. Actualmente se siente machacado por los medios de comunicación y totalmente seguro de su inocencia en declaraciones públicas de su abogado.
Algunos crueles comentarios de fans de Texas Tech en las redes sociales han querido hurgar en la herida: “el karma le ha devuelto lo que hizo tras abandonarnos”. Recordemos que la salida de Beard de los Red Raiders no estuvo exenta de polémica tras ser todo un ídolo en Lubbock por la rivalidad entre ambas universidades: el curso pasado fue increpado y recibió todo tipo de abucheos en su retorno. Mark Adams ha tomado con éxito el relevo de Beard y ha aplicado la misma filosofía que los llevó a disputar la final four de 2019.
Mientras tanto la vida sigue y los Longhorns, dirigidos de momento por Rodney Terry, no parecen verse muy afectados deportivamente hablando: han sacado adelante todos sus partidos a excepción de uno contra Kansas State (uno de los programas más en forma del país). Están buscándole sustituto a Beard, el cual mientras tanto espera la celebración del juicio en una auténtica pesadilla que -pase lo que pase en el mismo- ha manchado totalmente su imagen.