El buen seguidor de la NBA a buen seguro que se acuerda de Adam Morrison. Actualmente tiene 38 años, y lleva una década retirado, un ala-pívot que llegó a ser número 3 del Draft. Un jugador que fue profesional tras serle diagnosticada una diabetes tipo 1, y del qué se llegó a decir que vivía actualmente en un bunker apocalíptico esperando cualquier tipo de altercado en el planeta.
Pero desde luego la historia de este jugador es de las buenas. Nacido en Montana (19 de julio de 1984), Morrison es hijo de entrenador, ya que su padre, John Morrison, dirigió a varias universidades y High School americanos. Todo ello hizo que el padre inculcara a su hijo una pasión y amor por la pelota naranja que se trasladó a su etapa de formación.
Jugó en Instituto Mead, con el que despuntó en el último año y sobresalió a pesar de su diabetes. Su equipo alcanzó la final estatal y anotó 37 puntos en la cita por el título a pesar de tener hipoglucemia. Un rendimiento que le abrió las puertas de la prestigiosa Gonzaga, universidad en la que estuvo tres años. En el último, jugó a tan buen nivel que acabó siendo nombrado, junto a J.J. Redick, jugador del año.
Unos credenciales que, gracias a su buena mano y su capacidad de abrir la cancha con 2,03 de altura, le abrieron la puerta de la NBA a lo grande. Y no de una franquicia cualquiera. Los Charlotte Bobcats, recién adquiridos por Michael Jordan, eligieron en el número 3 a Morrison, que empezó como un cohete en la competición.
Adam Morrison, uno de los grandes fiascos en un Draft
Sólo Andrea Bargnani y LaMarcus Aldridge estuvieron por delante de él en la elección de novatos de 2016. En sus primeros cuatro duelos, 20 puntos por partido, llegando incluso a jugar el All-Star de novatos. Pero llegó su momento más duro, con la rotura de ligamento cruzado anterior que en su rodilla que le hizo perderse un curso entero.
Desde entonces, Adam Morrison no volvió a ser el mismo, y a mitad de la campaña 2008/2009 fue traspasado. Eso sí, cayó en el lado bueno de la moneda. Fichó por Los Angeles Lakers, dónde ganó dos anillos consecutivos en la época dorada conjunta de Kobe Bryant y Paul Gasol, y lo hizo jugando apenas 40 partidos con los angelinos.
La carrera de Morrison (hasta dónde se conoce), acabó en Europa. El Estrella Roja serbio y el Besiktas turco fueron los últimos equipos de Morrison antes de que en 2012 pusiera punto y final a su trayectoria con sólo 28 años, un sinfín de historias a su alrededor y dos anillos. No todos pueden gozar de tal prestigio.