Sucedió, de nuevo Würzburg fue un lugar donde ocurren las gestas más grandes que se recuerdan, la historia (ya lo hemos dicho muchas veces) no se hace en una noche. Y, en efecto, son ya muchas las ocasiones en las que este «Templo» es testigo de remontadas y partidos inolvidables, cuando nadie da un duro por ti, ahí está Avenida, nunca le des por vencido.
La empresa no era sencilla, los condicionantes muchos, el rival Uni Girona crecido tras su gran partido en Fontajau, hacían que el enfrentamiento supusiera un esfuerzo titánico para derrotar al conjunto catalán. Mucha presión e intensidad, elementos imprescindibles con la finalidad de conseguir el pase a la Gran Final de la Liga Femenina y, esto, en un lugar como Salamanca, creánme que son palabras mayores.
Varias veces he defendido que lo que se vive aquí es incomparable con otros lugares, me reafirmo pues a pesar de no disponer de un pabellón a la altura del club, sus casi 4.000 almas lo convierten en un auténtico infierno. Para los equipos rivales el ruido ensordecedor, la presión de sus aficionados (dentro de los cánones deportivos) es brutal y provoca el encogimiento de brazos durante los partidos, hay que vivirlo para saberlo.
Con todos los ingredientes dispuestos, el encuentro se presentaba a cara de perro, intercambio de golpes, primero Avenida pero rápidamente respondidos por Girona que aguantaba los momentos iniciales con Ygueravide dirigiendo a la suyas y una Magarity que fue desdibujándose a medida que pasaban los minutos, al igual que Nicholson o Tolo.
Hoy se jugaba más que contra Avenida, era todo un sentimiento y la tormenta que amenazaba a la ciudad momentos antes del inicio, terminó por caer. La concentración parecía del lado azul, Carter, Leo, Delaere, Gil y Koné fueron de la partida inicial y sentaron las bases de lo que debía ser la remontada. Mucha defensa, por momentos uno contra uno, depués zonal, con objeto de dificultar los ataques de las gerundenses que se bloqueaban ante el despliegue hiperactivo del equipo salmantino. No había margen, el +12 favorable a las catalanas obligaban a realizar un partido perfecto en el lugar idóneo.
Pero es que cuando tienes en tu equipo a una estrella como Leo Rodríguez, las posibilidades de éxito se multiplican. Tengas a quien tengas enfrente, el valor de la canaria la hace ser un arma mortífera, su idea del baloncesto moderno no está al alcance de cualquiera. Manejando el partido y metiendo poco a poco a sus compañeras en el mismo, el temor de las jugadoras visitantes era palpable cuando la canaria cogía el balón, no sabes lo que va a hacer, asistencia, triple, bandeja…
Con la grada sonando como nunca, las salmantinas tomaron una primera ventaja importante al término del primer cuarto (20-10), pura psicología pero servía como antídoto para curar al enfermo que venía con -12 y síntomas de debilidad. Laura se adueñaba de la zona junto con Koné, sus homólogas Magarity y Tolo se vieron superadas, más aún cuando la australiana tuvo que irse al banquillo con dos faltas. Carter con otro carácter, en plan All Star, bien ayudada por Delaere cuya disciplina y defensa la hacen ser una jugadora imprescindible (para mí) en este Avenida.
La reanudación siguió por los mismos derroteros, pero ya con las perfumeras enchufadas con una Marea Azul que las llevaba en volandas y una tormenta que, ahora sí, empezaba a caer en Salamanca tanto en el exterior como en el interior. Clave la jugada de Laura con un 2+1 que levantó a todo el pabellón de sus asientos, el sí se puede sonaba como un trueno y más aún con el triplazo de Leo que volvía loca a la grada. Íñiguez lo paró, procuró concienciar a las suyas que Würzburg es un lugar mágico y que hay que abstraerse de su atmósfera si no quieres que te aplaste anímicamente.
El primer paso estaba dado, 43-25, +6 en la eliminatoria a favor de las charras y lo mejor era ver su concentración, impasibles, con el objetivo muy claro, faltaba refrendarlo en la segunda parte que, (era lo que se comentaba en los corrillos) la mayor parte de los aficionados temían. Por otra parte, las gerundenses con evidente bloqueo mental en algunas de sus integrantes, fruto de la inexperiencia de vivir una situación tan exigente como ésta, sufrían el ímpetu competitivo del conjunto salmantino, muy diferente al visto en Fontajau.
Llegaba el momento clave, superar los diez minutos del tercer cuarto podría decantar hacia un lado u otro la eliminatoria. Subió un escalón de intensidad Girona, aún habiendo perdido la batalla por el rebote que era totalmente de Koné (hoy sí) poderosa y de Laura Gil convertida en una heroína más propia de la factoría Marvel que del baloncesto. Y no hubo deconexión, pese a los intentos por reducir la distancia se mantuvo el tira y afloja, con rotaciones, incluyendo a la mayor parte de los efectivos del banquillo salmantino. Çakir en sus minutos, estuvo «cerebral», magnífica defendiendo a su oponente y poniendo tranquilidad y templanza a sus compañeras. Vilaró sin anotar pero qué partido en defensa, pura garra y tesón el de la catalana que animaba a la afición a seguir tirando del carro.
El parcial estaba equilibrado y las espadas seguían en todo lo alto, 61-43 a la conclusión de un parcial en donde Avenida aguantó muy bien la maldición del tercer cuarto y aunque la diferencia no era muy grande, las sensaciones en la pista mostraban a las azulonas mucho más enchufadas y confiadas en sus posibilidades que a las gerundenses.
Últimos diez minutos, todo o nada, el premio era una Final y para llegar a ella había que sufrir y pelear en medio de un ambiente impresionante y una ciudad volcada con su club estrella. La oleada de juego, defensa y ataque desplegado por Avenida, convirtió la tarde-noche en un festival de emociones que hacían frotarse los ojos a muchos aficionados. ¡Qué maravilla ver jugar a este equipo!, cuando la motivación entra en sus venas todo son aciertos, robos de balón, defensa asfixiante, triples, el cansancio era cuestión olvidada y sólo se miraba hacia el futuro.
Girona no pudo con ello, lo intentó con Ygueravide, Betrtsch, Labuckiene y Mendy, pero fue insuficiente. Siguieron con una defensa muy intensa, al límite y en muchos casos (también con las charras) con permisividad por parte de los árbitros que daban prioridad al espectáculo en un partido eléctrico y vibrante. Las de Íñiguez notaban en exceso los descansos de sus jugadoras franquicia, situación aprovechada por las azulonas que con más confianza, terminaron por arrollar al conjunto catalán.
Con el acierto, las ganas y la fe por las nubes, Avenida arrolló por completo a un Girona que no encontraba aro, sin ideas y mentalmente superado por el ambiente. Hasta una Alexis Prince desaparecida hasta el momento, se enchufó al partido dando muestras de haberse contagiado del virus azul propagado por una Leo Rodríguez descomunal y sin descanso.
El conjunto salmantino se metió en una nueva final, 18 años consecutivos estando ahí, un dato impactante en el baloncesto actual. Cuando nadie apostaba por ellas, proyectos como Valencia, Zaragoza, Girona que parecían superar en expectativas al club salmantino, las perfumeras vuelven a ponerse como el rival a batir, tras vencer 82-51 en el partido de vuelta de semifinales de la Liga Femenina.
Noche de Magia en Würzburg, para muchos contra pronóstico, pero después de ver el encuentro créanme que la victora de Avenida fue incontestable por el pundonor y la cualidad que le pusieron todas y cada una de las componentes del equipo. Capitaneadas por una Silvia Domínguez lesionada y sin poder disputar lo que queda de Play-Offs, la resurrección de este equipo ha sido digna de recordarse como una de las mayores gestas del club.
Tras conocerse el resultado de la otra eliminatoria, era evidente el rival que podría tocarles en lugar de pasar a la Final, será Valencia Basket quien visitará Salamanca el próximo jueves 9 de Mayo en el primer duelo (al mejor de tres) para decidir el Campeón de la Liga 2023-2024, a falta de horarios pendientes de TDP que esperemos no vuelvan a menospreciar al baloncesto femenino.
Javier Martín.
📸 Reportaje Óscar Haro X @garydeharo
SEMIFINALES PARTIDO DE VUELTA PLAY-OFFS LIGA FEMENINA
PERFUMERÍAS AVENIDA 82 (20+23+18+21): Arica Carter (16), Leo Rodríguez (17), Antonia Delaere (4), Laura Gil (18), Sika Koné (16) -cinco inicial-, Olcay Çakir (3), Andrea Vilaró (0), Alexis Prince (8), Bernardette Hatar (0), L. Rodríguez (0).
SPAR GIRONA 51 (10+15+18+8): R. Magarity (6), M. Mendy (7), L. Nicholson (5), M. Tolo (0), S. Ygueravide (7) -cinco inicial-, M. Canella (3), M. Betrtsch (12), A. López (0), G. Labuckiene (6), F. Parra (5).
ÁRBITROS: Germán Francisco Morales Ruiz, Javier Ávila Zurita y Cristina Adán Rodríguez.