El Maccabi Tel Aviv llegaba a La Fonteta escoltado por cientos de policías en un partido marcado por la seguridad del equipo israelí. Los de Oded Kattash jugaban su primer partido, envuelto en polémica, tras dos semanas de inactividad por el conflicto de guerra entre Israel y Palestina.
Las gradas estaban mucho más vacías de lo habitual sumando una pobre entrada de 2.809 espectadores frente a la media de siete mil en los dos choques europeos anteriores. Antes del inicio de partido se guardó un minuto de silencio por todas las víctimas del conflicto y el Maccabi lució en el calentamiento camisetas con un lema que reclamaba la liberación de los secuestrados por las milicias palestinas.
El choque arrancó con mucha imprecisión en los dos equipos. Al ritmo que marcaba Lorenzo Brown, el equipo hebreo llevó el inicio a un intercambio de canastas en el que durante todo el primer cuarto llevó la iniciativa. Pero las entradas de Víctor Claver y Stefan Jovic pusieron por delante del marcador a los valencianos.
Las imprecisiones seguían llegando durante el segundo cuarto, pero el regreso de Jovic a cancha y del alero valenciano en los dos últimos minutos antes del descanso dieron alas al equipo con su máxima renta (33-29).
Maccabi reaccionó tras el descanso con las apariciones de Rivero y Colson forzando un 3-13 de parcial que llevó a Mumbrú a parar el encuentro. Un triple y varias acciones de Claver ayudó a ponerse en marcha a los locales y devolvió un parcial de 14-0 con la ayuda de Pradilla, Reuvers y Ferrando (51-40).
Sufría Maccabi, aunque gracias a dos buenas oportunidades de Lorenzo Brown acercaban a los israelíes en el marcador. A Valencia le costó una infinidad responder y de nuevo Colson golpeó desde lejos para que el susto se convirtiese en problema. Pero con el miedo a la derrota en el cuerpo, Valencia tiró, de nuevo, de un gran final. Brandon Davies, que no había aparecido, sacó su repertorio bajo tableros y colocar el 75-66 para el Valencia Basket.