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Würzburg Inside. Valencia impone su presupuesto para llevarse la Liga. Partido 1 Final LF.

Cuando preparas un proyecto siempre tienes la esperanza de alcanzar el éxito, altibajos, contratiempos, lesiones, etc. hay que contar siempre con imprevistos. Todo depende de disponer de un buen equipo, rodearse de un adecuado grupo de colaboradores para conseguir los objetivos y por supuesto dinero, mucho dinero si quieres dominar a los demás.

Lo que se vivió en Würzburg son dos estilos muy diferentes de entender el baloncesto femenino. Por una parte un club hecho a base de talonario para «intentar» dominar la liga española con lo mejor que se puede pescar en el mercado. Y por otro, el lado nostálgico de un equipo con una historia llena de lucha y esfuerzo, forjada a base de apuestas con jugadoras que están dispuestas a vivir y sentir una atmósfera única e irrepetible. Todo aderezado con una afición increíble que está completamente identificada con su equipo año tras año.

El juego está planteado así, desigualdad total (no lo pueden hacer de otra forma) porque la inoculación del baloncesto femenino en las diferentes franquicias no es proporcional al dinero invertido. El sentimiento para que cale en la gente, es fruto de mucho tiempo, derrotas de por medio, para culminar (en algún momento) con triunfos inolvidables, eso lleva sucediendo en Salamanca durante casi 30 años.

La historia de alguna manera vuelve a repetirse, aquellos años de hegemonía del Ros Casares parecen regresar, con matices pero las mismas pretensiones. Es cierto que muy distintas en cuanto a las tensiones y situaciones grotescas que se vivieron, pero siempre hay un «mecenas» dispuesto a poner mucho dinero para ser «las mejores». Para unos será una buena noticia, para el resto rompe una tendencia que parecía igualar las fuerzas entre clubes y por tanto en términos generales no es bueno para el espectáculo.

Todo surge tras una temporada en donde el dueño de Mercadona, Sr. Roig, realiza desembolsos y extiende talonarios para «coger» sin ninguna limitación, lo que le apetece en el mercado. Está en su derecho faltaría más, las lesiones y necesidad de ganar son prioridad, y la Liga al no ser profesional va a perder interés. Salvo que los segundones hagan un esfuerzo titánico para impedir que esto se convierta en un monopolio, será complicado luchar contra un presupuesto que pretende aplastar la evolución del baloncesto femenino en nuestro país.

Volviendo a la fiesta, Würzburg se llenó para ver un gran espectáculo entre los dos mejores equipos de la Liga Femenina. En una temporada donde los resultados han sido irregulares para ambas escuadras. Valencia se llevó los dos primeros títulos (Supercopa y Copa de la Reina) pero fracasó en Euroleague donde fue eliminada en fase de grupos. Por su lado Avenida en un año lleno de lesiones, bajas y situaciones muy negativas, consiguió alzarse con la primera plaza de la Liga regular y clasificarse para la Euroleague 2024-2025, llegar a cuartos de Final ante el Campeón de Europa (Fenerbahçe) y caer en semifinales de la Copa de la Reina ante Zaragoza.

Con mucho esfuerzo, tesón y corage, las salmantinas saltaron a la pista, había ilusión de regalar a la Marea Azul una noche inolvidable. Tras las múltiples muestras de apoyo recibidas por parte de la afición, el enfrentamiento ante Valencia prometía ser competido y de tú a tú, sin embargo no fue así. Unos comienzos nos depararon la filosofía que traían las taronjas en forma de apisonadora, marcando un 0-7 en los inicios.

Brutal el poderío físico de Valencia, incontestable, muy superior, Fingall, Hempe, Gulich, Ginzo, Iagupova,… para hacer frente a esto, hacen falta muchas Fasoula. Por si fuera poco, el destrozo desde la línea de 6,75 fue anormal y no sólo por Iagupova, Fingall, Ginzo, Hempe, Leti … que ya en el primer cuarto propició una ventaja importante (8-19) y con un equipo salmantino impotente ante tal presión, además de unos contactos que no eran castigados por el trío arbitral.

Se ponía complicada la Final, la superioridad valenciana no daba opción alguna a las charras, no se las notaba con la frescura de otros días, en parte por la exagerada presión planteada por el equipo de Rubén Burgos que rozaban los límites de la legalidad. Ganar sí, pero jugando todos con las mismas reglas, porque no es normal ver tanta disparidad de criterio en un lado y en otro, permitir dar en una zona y castigar un supuesto empujón con el muslo en la otra.

Aún así, Avenida dio la cara durante la primera mitad, concretamente el segundo cuarto supuso un resurgimiento del ADN típico de Würzburg, coincidiendo con minutos de descanso de algunas titulares taronjas. Se pudo comprobar que todo es posible incluso ante un proyecto tan exigente como es el de Valencia, las perfumeras se acercaron poniédose a dos puntos, con la consiguiente preocupación visitante y en medio de un pabellón enardecido.

Sika Koné desafiando a Fingall y Hempe al igual que Laura e incluso Hatar que estuvo algo más activa de lo habitual, pusieron a Avenida en una situación propicia y con ello entorpecer el buen trabajo realizado por Valencia hasta esos momentos. Si bien en el empujón final las taronjas volvieron a abrir hueco llegando al descanso con un 28-35 sin nada decidido.

Llegados a este punto, las fuerzas iban a ser muy importantes, había que gestionar bien los minutos finales del partido, y el intercambio de golpes por ambos conjuntos fue casi equilibrado pero siempre favoreciendo a los intereses visitantes. Su ventaja les permitía transcurrir por el parquet con cierta tranquilidad, las fuerzas estaban con ellas, el acierto también y las decisiones arbitrales sin ser una excusa, claramente favorables a las valencianas.

Pasó lo que suele suceder jornada tras jornada durante esta temporada: el nivel arbitral es pésimo, lamentable, rozando la vergüenza y lo que es peor, no nos sorprende por mucho que pretendan vender desde la Federación Española de Baloncesto, la buena preparación del estamento. Que Avenida perdió su partido porque fue inferior a Valencia eso no puede negarlo nadie, pero que el arbitraje fue vejatorio para los intereses salmantinos, tampoco se puede obviar.

Paula Lema colegiada gallega, es ya bien conocida por Würzburg. No es novedad su actitud chulesca, prepotente y constantemente provocadora hacia el banco azul, la hemos padecido ya durante más partidos y concretamente en uno Silvia dijo: «no le vamos a decir nada, ella está elegida por la Federación para arbitrar la Copa y luego…». Es evidente la sobreprotección que tiene y el interés por promocionarla pese a su lamentable puesta en escena. Para estar al nivel de esta Liga, se necesita tener algo más que carácter, precisas preparación, honestidad y limpieza tanto en las formas como en el trato. Y es que el compadreo que tuvo con algunas jugadoras era hasta sonrojante: se vió, se dice y si no gusta, es problema de quién se siente «el foco» de las miradas.

El tercer cuarto vivido con esta polémica tan lamentable, perjudicó anímicamente a Avenida que sufría los constantes golpes y faltas no pitadas a favor gracias a la permisividad hacia el conjunto valencianista, circunstancia bien aprovechada por las de Rubén Burgos para apuntalar la victoria a falta de los últimos 10 minutos (43-52).

La gasolina no daba para más y las valencianas destrozaron a las perfumeras en un cuarto demoledor en donde la diferencia avergonzó a más de un aficionado charro. Sólo 5 ptos. anotados y con la derrota asumida ante la incapacidad de hacer frente a un rocoso y poderosísimo Valencia que no precisa de ayudas externas para vencer a sus rivales. Anecdótica la entrada en pista de jugadoras juniors en el conjunto visitante y la entrada en escena de Lucía Rodríguez colocando «su triple» en medio de una alegría algo agridulce en la Marea Azul.

Qué decir del ambiente inigualable del pabellón salmantino, respeto y reconocimiento son las mejores tarjetas de presentación para la mejor afición del baloncesto femenino en este país. Lo es por sus más de dos décadas potenciando con ilusión y buen rollo este hermoso deporte, en ocasiones la calidad también hay que valorarla, por su fidelidad a los múltiples proyectos desarrollados por su directiva y por ser la afición que más viaja de todas las que componen la Liga Femenina.

Final del partido con victoria clara para Valencia 48-67, consiguiendo una importantísima ventaja en el Play-Off por el título (0-1), además del factor cancha que les pone en bandeja conquistar el título en la Fonteta el próximo domingo a las 19:00h. Será muy complicado que Avenida se haga con las riendas de un partido en cancha contraria, pero… si alguien puede revertir esta situación, ya saben Ustedes quienes son.

Javier Martín

📸 Reportaje Óscar Haro X @garydeharo

PERFUMERÍAS AVENIDA 48 (8+20+15+5): Arica Carter (9), Leo Rodríguez (9), Antonia Delaere (4), Laura Gil (4), Sika Koné (9) -cinco inicial-, Andrea Vilaró (0), Alexis Prince, (8) Olcay Çakir (2), Bernardette Hatar (6), Lucía Rodríguez (3).

VALENCIA BASKET 67 (19+16+17+15): M. Hempe (5), N. Fingall (9), Q. Casas (5), L. Romero (7), A. Iagupova (15) -cinco inicial-, C. Ouviña (2), P. Ginzo (8), M. Gulich (9), M. Erauncetamurgil (5), E. Buenavenida (2).

ÁRBITROS: Paula Lema Parga, Héctor Báez Batista y Fernando Ibáñez García.

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