Aguas revueltas en el seno del club salmantino, nervios, ansiedad, decepción… son algunos de los calificativos que se han escuchado estos días.
Analizar la situación no es fácil, en este club suele haber un hermetismo en casi todos los temas que se cuecen, quizás «la Bomba» Íñiguez ha desestabilizado el Status Quo de la entidad.
Que CB Avenida funciona como una empresa, eso es algo que no debe sorprender a nadie, «es una empresa», modesta (pese a lo que muchos piensan) y su gestión salta a la vista, más de 25 años en la élite, ¿quizás es éste uno de los motivos por los que cae tan mal este equipo?
Estar año tras año inventando una nueva ilusión no es tarea fácil, hace poco más de dos décadas, éramos uno más de los clubes de liga femenina, que luchaba por hacer una buena temporada, como mucho llegar a alguna final y… perderla.
Sufrir derrotas de equipos muy superiores, llegar a jugar la Copa Ronchetti en esos años tan especiales con Amaya Valdemoro, Elisa Aguilar, Anna Montañana, Shanon Manning,… historia de un club que ha pasado de la humildad al éxito deportivo.
En estos años hemos visto cómo se ha crecido, no tanto como otros, los apoyos tanto institucionales como de patrocinios son los que son, y los triunfos aún así han llegado, en Europa se sabe quienes somos.
Se han pasado por momentos delicados, jugadoras que han ocasionado problemas, espantadas, fichajes que no han dado la talla, etc. cosas normales del deporte de élite, unas veces aciertas y otras no.
Lo que pasa ahora mismo en Avenida es toda una novedad desagradable, pero hay que afrontarla como lo que es, una desavenencia grave entre el técnico y la directiva.
Los problemas surgidos por el caso del fisio, han desencadenado una guerra absurda y totalmente evitable, desde mi punto de vista; también entiendo la tensión que te genera algo que no está funcionando bien.
No es necesario dar un veredicto, aquí perdemos todos, no es el mejor escenario para afrontar una temporada que está comenzando y que el equipo debe enfocar cuanto antes, con su estilo y filosofía, y esa debiera ser la dirección que ha de tomar el grupo humano que compone Avenida.
El agradecimiento que toda Salamanca rinde a la familia Recio y a Jorge en particular, es incuestionable. Gracias a su apuesta tenemos el club más importante de la ciudad, sus títulos y premios hacen que estemos orgullosos de ellos.
La labor de Carlos Méndez va intrínsecamente ligada a los éxitos del equipo, en su faceta como gerente ha logrado mantener al equipo en la élite, se podrán discutir algunas decisiones, pero los resultados están ahí.
Por otra parte, también mostramos un incondicional apoyo a una persona que ha dado un carácter, un sentimiento por pertenecer a Avenida como equipo de baloncesto. Roberto Íñiguez, con su sello personal ha regalado a la marea azul, un juego, un espectáculo y un compromiso que no se nos puede olvidar, a mí desde luego no…
Son dos partes ahora mismo muy distanciadas, enfrentadas si desean verlo de esa manera, pero sigo creyendo que les unen más cosas que las que les separan.
El talante es tan importante como la inteligencia; la progresión lo es tanto como una adecuada y correcta gestión; el reconocimiento también es fundamental, como lo es un abrazo entre amigos.
Mi alegato es sincero, creo en ambas partes, espero que no me decepcionen, la vida está llena de muchos charcos, tienes que saltarlos, procurar no mojarte y si lo haces, que sea lo más leve posible, todo es superable.
Señores Recio y Méndez, no tengo nada que reprocharles, mi respeto y admiración por lo que llevan haciendo durante tantos años, al fin y al cabo solo soy un seguidor del baloncesto femenino y disfruto gracias a su compromiso con esta ciudad.
Señor Íñiguez, con usted he descubierto lo que es un entrenador «profesional», un técnico con mayúsculas, motivador como nadie, especial en sus formas y en su pasión por este deporte, que no deja indiferente a nadie.
Para mí Usted es el mejor técnico de Europa, aún no sé cómo aceptó llegar aquí, pero hemos sido afortunados y creo que la mayoría de la afición, comparte parte de lo que yo digo, los aplausos dirigidos a Usted sabe que son sinceros.
Espero que entre las dos (o tres) partes, ofrezcan a este público una puerta abierta al entendimiento, todo irá mucho mejor y los problemas, estoy totalmente convencido, que se irán solucionando.
Desde mi humilde rincón, quiero mandar un mensaje de optimismo, la marea azul cree en este proyecto y en el club, poco más se puede decir, ¡Vamos Avenida!
Javier Martín
