Verano. Parte del año donde la responsabilidad individual es más notoria y donde los sacrificios son más costosos. O no, depende de cada uno y de su enfoque hacia el deporte, de sus prioridades y de su compromiso.
Es muy recomendable el tiempo de descanso. Es más, sin él, no hay una mejora producente, de manera que hay que saber compensar y mantener una buena relación esfuerzo-descanso. Ahora bien, no hay excusas para llevar a cabo una pausa tan extensa de dos meses. 🔄
Llegar a finales de agosto y/o principios de septiembre con un buen estado físico es un plus bastante enriquecedor, de modo que favorece, entre otros aspectos, un buen comienzo de pretemporada, etapa sumamente importante.
Desconectar para volver a conectar. Algo clave y que debería estar presente en la mente de la mayoría de personas. Ni sobrepasarse ni tampoco no llegar, es decir, es ideal saber controlar, conocer los límites pero, sobre todo, cada día es más importante el trabajo invisible, aquel que nadie ve pero que da más resultados que ningún otro. O tal vez sean sacrificios, anteponer el tener que entrenar a estar en otro lugar más “llamativo”. Quizás, pero quien algo quiere, algo le cuesta y, cada día es una nueva oportunidad para intentarlo de nuevo o seguir hasta no poder más para, posteriormente, pensar: “1 minuto más; ahora es cuando viene la mejora”. 💪🏾
Esfuerzo, constancia, trabajo, sea la época del año que sea. Solo así se conseguirán los objetivos. ✅
