El partido arrancó con un gran acierto exterior por parte de ambos equipos, que se fueron intercambiando canastas sin obtener ninguno de ellos una diferencia considerable en el marcador. Este tipo de juego no gustó nada al entrenador local Joan Peñarroya que paró el encuentro cuando el luminoso del pabellón marcaba un 17-18.
Tras este parón los locales se fueron en el marcados con 10 puntos de ventaja, guiados de nuevo por el gran acierto desde la larga distancia. Pero Oostende no vino de turismo e igualó el encuentro antes del descanso para dejarlo todo por decidir en la segunda mitad.
Tras el paso por los vestuarios el partido perdió ritmo y solo hombres como Salvó o Barrera pudieron superar la defensa de Filou Oostende que vio como se le escapaba el partido en este fatídico tercer cuarto que acabó con el marcador de 71-58 y mucho decidido a favor de los burgaleses.
Con las bajas de Renfroe y las molestias de Horton afrontó los minutos finales Hereda San Pablo Burgos que encontró en McFadden al hombre d este cuarto que con una buena defensa y el acierto exterior sentenció un triunfo que les da el pase a la siguiente ronda y les «venga» de la única derrota que habían sufrido los de Peñarroya en su defensa de la FIBA Basketball Champions League.