Sergi Martínez, un canterano entre gigantes

Se merece unas palabras el último canterano del Barça con cierta importancia en la rotación del equipo de Jasikevicius, Sergi Martínez, un jugador que puede ocupar las posiciones se 3 y 4 y cuya maxima competencia es un “tal” Nikola Mirotic.

En una temporada atípica donde el COVID es una variable a tener en cuenta y en un equipo con muchos partidos durante la temporada, Sergi se ha convertido en un comodín para Saras y que cada vez su rol cobra más importancia en la rotación.

Y en esos momentos de despiste aparece el bueno de Sergi para ofrecer una línea de pase a sus compañeros y coge ciertos galones que por los pocos minutos de los que disfrutaba en años anteriores era difícil de tener.

Además siempre está ahí. La baja de Claver y la última ausencia por motivos personales de Mirotic, le han servido para demostrarle a Jasikevicius que puede contar con él y ahora falta por ver si con la plantilla al completo puede entrar en una rotación donde su posición está muy bien cubierta.

El rey de los intangibles, como así me aconsejaban titular este artículo (gracias David) podría ser un buen sobrenombre para este jugador todoterreno y que puedo decir con orgullo que es de mi ciudad, Rubí. Cada vez se deja ver más en ataque consciente que sus compañeros estarán mucho más vigilados.

Su mayor virtud es su polivalencia (2,02m y fuerza para defender a un 4) y que con tan solo 20 años (en mayo cumplirá 21) va acumulando minutos en competiciones tan exigentes como Liga Endesa y Euroliga, con un entrenador que premia la actitud porque eso lleva a obtener resultados y Sergi, de actitud, va sobrado.

Tras su breve paso por el Club Basket Sant Jordi de Rubí y pasando por las inferiores del Barça, le ha llagado su momento tras demostrar también en las inferiores de la selección de lo que es capaz.

Tiene mérito llegar de la cantera y quedarte en un equipo como el Barça y Sergi Martínez parece que lo está consiguiendo. Quien sabe el techo que puede tener este jugador, pero de momento el rey de los intangibles está en el buen camino.