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Estar 21 años en la élite no es fácil, y lo ha conseguido Rodrigo San Miguel que a sus 38 años decide colgar las botas e iniciar una nueva etapa de su vida tras 17 temporadas en las canchas ACB.
El jugador natural de Zaragoza empezó su carrera en la propia capital aragonesa, jugando como profesional en la temporada 2003-2004 para luego empezar un periplo por múltiples equipos tanto de Liga Endesa como de LEB Oro, defendiendo los colores de CB Valladolid (2004-2005), CB Pozuelo (2005), Plasencia-Galco (2005-2006), CB Valladolid (2006-2008), Bàsquet Manresa (2008-2011), Valencia Basket Club (2011-2013), CB Murcia (2013-2014), CB Canarias (2014-2019), Basket Zaragoza 2002 (2019-2022) y San Pablo Burgos (2022-2023), que fue su último equipo.
El jugador en un comunicado en sus redes sociales ha declarado lo siguiente: “Han sido 21 temporadas llenas de emociones, de victorias y derrotas, de objetivos alcanzados y por supuesto de desilusiones, pero sobre todo de desarrollo personal”.
Se retira un base de los que a los entrenadores les encanta tener, por ser una prolongación del técnico en la cancha y no en vano se retira con 527 partidos oficiales disputados con unos promedios de 5,8 puntos, 2,1 rebotes, 2,7 asistencias y 7,2 de Valoración.
Se retira con los títulos de la Basketball Champions League y la FIBA International Cup con Lenovo Tenerife donde dejó un gran recuerdo, como ha hecho en todos los equipos en los que ha jugado, llegando a defender también la camiseta de la selección española.
Tras acabar su carrera en Burgos, regresa a su Zaragoza natal para formar parte del equipo técnico de Porfi Fisac y quien sabe si pronto lo veremos como entrenador, ya que en el alma de todo base siempre hay un gran entrenador.
