Mate Al Aro

Rafa Martínez, adiós a las canchas de un mito de la ACB

Ayer la mala noticia de la eliminación del Bàsquet Manresa a manos del Real Madrid, tras una temporada para la historia, no vino sola, y la acompañó el adiós de Rafa Martínez de las pistas.

El jugador manresano se despidió de las pistas ante los suyos a los 40 años y después de haber jugado más de 600 partidos en la Liga ACB. Su afición se rindió al jugador en los últimos minutos a los que se unió el homenaje de sus compañeros, rivales y árbitros del partido.

No es para menos, ante un jugador que ha sido un ejemplo allá donde ha jugado y que deja para la historia grandes números en los equipos en los que ha estado.

Sobre el parqué ya comunicó en los micrófonos de Movistar que colgaba las botas y horas más tardes emitía a través de instagram una emotiva carta de despedida.

LA CARTA, TRANSCRITA 

«Cuando era niño nunca soñé con ser un jugador de baloncesto. Era un niño feliz que vivía en Santpedor y por aquel entonces todos los niños de mi edad pasaban las tardes jugando al fútbol y soñaban con ser profesionales de ese deporte. Fui creciendo hasta que llegó el momento de empezar secundaria y mis padres eligieron la escuela Paidos. Allí el baloncesto estaba muy presente, y fue en las canchas del patio donde empezó mi relación con el baloncesto, como pasan muchas cosas importantes de la vida: por azar, por suerte.

Nunca lo soñé. Pero ha sido un verdadero SUEÑO…

… Un sueño en términos de amistad, y es que desde mis inicios he podido ir conociendo a jugadores, entrenadores, fisios, preparadores físicos, trabajadores de Club que han sido y son como mi familia. Compañeros con los que he vivido increíbles y maravillosas experiencias y otras menos buenas o agradables pero que solo vivirlas con ellos les ha hecho inolvidables. Gracias a todos y cada uno de vosotros porque siempre habéis estado ahí. Ya sabéis amigos, la vida es una rueda.

… Un sueño el cariño que me habéis dado en todas las ciudades y Clubs donde he estado, permitiéndome sentir la maravillosa sensación de estar en casa, incluso cuando he estado lejos de la mía. Gracias Bàsquet Manresa, empece por aquel entonces en la Unió Manresana donde me educaron a nivel deportivo y me inculcaron ese sentimiento de pertenencia que llevo grabado a fuego en el corazón tan vivo como el primer día. Me siento un afortunado de terminar mi carrera defendiendo la camiseta y los colores del club donde crecí. Gracias Valencia Basket, nunca imaginé el cariño que he recibido durante estos 11 años tanto del Club, como de la afición y de la ciudad. De corazón, gracias por hacerme ese regalo, que es mejor incluso que un título ganado.

Me siento uno de los vuestros. Siempre tendréis un trocito de mi corazón de la terreta en casa gracias a nuestra hija Paula, que vino al mundo allí. Gracias Bilbao Basket por cuidarnos maravillosamente a mi y a mi familia. Siempre será un lugar muy especial para nosotros por lo que vivimos juntos y por la llegada de un futuro central del Athletic, nuestro hijo ADUR. Y me gustaría también destacar y agradecer al CB Vic y CB Valls, donde pasé una etapa como jugador vinculado, etapa de la que conservo grandes amistades y donde comencé aprender lo que era ser jugador profesional..

… Un sueño ver como mi madre, mi padre, mis hermanos, mi hermana y sus familias se han sentido orgullosos del pequeño de la casa. Han sentido que todo los esfuerzos que han hecho por mi han valido la pena más allá de por el jugador que he sido, por la persona en la que me he convertido. Gracias de corazón por educarme con unos valores que me han permitido ser siempre yo miso e ir a cualquier sitio con la cabeza bien alta. Os quiero muchísimo.

… Un sueño compartido con mis amigos de toda la vida, mi «Ejército de la Luz», que siempre han estado a mi lado. He recibido el apoyo de todo un pueblo que ha sentido mis éxitos como los suyos.

… Un sueño compartido contigo, Olatz. Me has acompañado donde ha hecho falta, apoyándome en los buenos y los malos momentos, me ha ayudado siempre a recordar qué es lo más importante en la vida. Sin ti, nada de esto hubiese pasado, o como mínimo no hubiera sido así de bonito. Ahora podré estar más tiempo con nuestro equipo, el de las cosas importantes, y eso me llena de ilusión.

Ha sido un sueño y hoy me despierto. 22 años de carrera profesional después. Me despierto orgulloso de todo lo que he vivido en este loco mundo del baloncesto. Todo, absolutamente todo, incluso lo aparentemente menos bueno, ha valido la pena. Me despierto orgulloso y lleno de energía para los nuevos retos que seguro están por venir.

Gracias, BALONCESTO, por regalarme este precioso y único sueño.

PD: Que razón tenías Juanito, «Todo pasa», incluso lo que no sueñas ;)»

Juan Antonio Rodríguez
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