El cuarto clasificado de la Liga Regular de la Euroliga fue el Mónaco. Con un equipo creado a base de talonario y dispuesto a competir por cualquier cosa desde su triunfo en la Eurocup hace dos temporada, el conjunto monegasco se presenta en su primera Final Four sin nada que perder.
Que el Mónaco tiene un equipazo está fuera de toda duda. Que la planificación de la temporada ha sido maravillosa, también. Pero ahora es cuando llegan las dudas. El objetivo de principio de temporada está conseguido. El pasado año se quedaron a un paso de la clasificación y, este año, ya están ahí. Liderados por Mike James. Precisamente es el base norteamericano quien genera más dudas. Deportivamente está claro que no, con 16.2 puntos, 3.9 rebotes y 4.7 asistencias para 16.8 de valoración, es su carácter lo que hace temblar los cimientos de allá donde va. Salió de CSKA de manera abrupta tras tener problemas con Itoudis, en Mónaco también los tuvo con su entrenador Mitrovic, que fue quien acabó saliendo y, cuando Sasa Obradovic paracía domar al indomable, esta temporada también ha habido problemas internos. El bajón del Mónaco coincide con esa situación, que a día de hoy parece más que solucionada.
Si algo tiene el equipo del Principado es chipa en ataque. No juega solo Mike James. También los Jordan Loyd o Elie Okobo pueden tomar esa responsabilidad en la parcela ofensiva. De hecho, los tres están entre los mejores anotadores de la temporada. Una locura. Un baloncesto alegre, muy divertido de ver y con jugadores de mucha talla. Eso es lo que se va a encontrar Olympiacos el viernes a las 17:00 horas en Kaunas. Pero también atrás son ‘top’. El máximo exponente es John Brown, que el año pasado explotó en Kazan con el Unics. Los rankings de la temporada regular dicen que Mónaco es el quinto equipo que más rebotes coge, el que más rebotes ofensivos captura, el segundo que más roba (por detrás de su rival, Olympiakos), el segundo que más tiros libres anota por partido y el que más tiros de dos anota. Pero como dato curioso, anota 0.2 puntos menos por partido que Olympiacos. Todo esto es el equilibrio perfecto entre la defensa y el ataque.
Los precedentes entre ambos equipos son bastante halagüeños para el equipo monegasco, habiendo conseguido la victoria tanto en la ida en Atenas (76-81) como en la vuelta en Mónaco (64-60). La temporada pasada en liga regular el balance fue de 1-1, ganando cada uno en su campo y en playoff, donde se enfrentaron, salió victorioso el conjunto heleno con un global de 3-2, con los tres últimos partidos muy ajustados, decididos por detalles. Lo que está claro es que va a ser un partido divertido y muy igualado.