Si el Real Madrid como equipo llega reforzado, Chus Mateo también lo hace como patrón del barco madrileño. Sus ajustes defensivos contra todo un Zeljko Obradovic culminaron con la remontada y con el pase a la Final Four de Kaunas. Sin duda, eso le ha dado poder con sus jugadores, que si en varios tramos de la temporada se ha visto que no confiaban del todo en el ‘coach’, ahora deben hacerlo. Y el aficionado, también.
En cuanto a las estrellas, no estarán Deck por lesión y Yabusele por sanción. Sí que serán de la partida Tavares, Musa y Hezonja. El pívot caboverdiano está en su mejor momento de la temporada, así como Hezonja, que por fin ha encontrado su rol en el equipo, con mucha influencia en ataque, pero sobre todo peleándose en el barro, defendiendo muy bien y aportando mucho en el rebote. Musa, por su parte, viene de un gran año, lo que le ha llevado a estar en el mejor quinteto de la temporada (Tavares también) y siempre es un cuchillo en ataque. A ellos se les suma un Sergio Rodríguez que ha llegado en condiciones óptimas al final de campaña, Williams-Goss que está demostrando por qué apostaron por él y, para mi, el incombustible Rudy Fernández. Tener al alaero mallorquín en tu equipo es sinónimo de que se va a competir siempre y en estos partidos es la clave.
Un jugador que puede tener un protagonismo inesperado es Eli John Ndiaye. El joven senegalés ha participado muy poco durante todo el año, pero con las bajas ya mencionadas de Yabusele y Deck, además de la Poirier “al 99%” según Chus Mateo, se antoja imprenscindible su energía en defensa y poder dar esos minutos de descanso a Tavares en la rotación. En momentos, es presumible que tenga la tarea de parar a Nikola Mirotic, la gran estrella culé. Esos minutos pueden ser determinantes al final si consigue reducir sus prestaciones. Tiene un rol claro dentro de la rotación madridista y no tiene que complicarse de más. Ya habrá tiempo para tener más minutos y más balón.
En los primeros partidos realmente importantes entre Chus Mateo y Sarunas Jasikevicius ha ganado el madrileño. Aunque fue circunstancial, en la final de la ACB del año pasado el Real Madrid ganó 3-1 con Mateo de director de orquesta. En septiembre, en la Supercopa, también fue el conjunto blanco quien se hizo con el título tras ganar a los azulgrana 89-83 en la prórroga. 2-0 en finales para Chus Mateo. A partir de ahí, en los dos enfrentamientos de Liga Endesa y los dos de Euroliga, balance de 3-1 para el F.C. Barcelona.
El Real Madrid llega a Kaunas con 7 victorias consecutivas, mientras que el F.C. Barcelona suma 11. Además, gracias a su buen playoff, jugó dos partidos menos que su rival, por lo que podría jugar a su favor esos minutos de descanso. Sea como fuere, será un partido tremendo sobre el papel entre los dos máximos favoritos a levantar el entorchado al principio de temporada.