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NBA Años 90, aquellos maravillosos pivots

Se habla mucho de que los pocos pivots que juegan ahora lanzan muchos triples y no saben moverse en la zona. La moda del “small ball” ha relegado la figura del pívot clásico, un jugador grande con fundamentos bajo canasta, reboteador y taponador. Era una pieza fundamental en los equipos de antaño; durante épocas el jugador sobre la que se formaba un buen equipo. Poco queda de aquella visión del baloncesto, muy pocos equipos, por no decir dos (Nuggets con Jokic y 76ers con Embiid), cuentan con un pívot como jugador principal. La última gran etapa en la que los hombres grandes dominaban la NBA, sin contar a Jordan, fue la década de los 90; hace más de 20 años. Durante esos años coexistieron varios de los mejores pívots, tanto en anotación como en defensa. Capaces de marear al rival bajo canasta, lanzar de media distancia con estilo, atrapar muchos rebotes y hacer desistir los intentos del contrario a base de tapones. Copaban los mejores promedios de puntos sin necesidad de lanzar triples.

Durante varios años el número 1 del draft siempre era un pívot, eran los más cotizados. De 1984 a 1993, solo hubo dos drafts en el que no escogieron a ningún pívot entre los dos primeros puestos (1990 y 1991).

En 1990, Hakeem Olajuwon (Nigeria, 1963 / 2,13 m), el número 1 del draft de 1984, estaba disputando su sexta temporada con los Rockets y ya era uno de los principales jugadores del momento. Ha sido uno de los pivots más talentosos de la historia, con multitud de recursos en todas las facetas del juego. En la temporada 1989-1990 lideró la competición en rebotes (14,0) y tapones (4,59), además de conseguir el 29 de marzo un histórico cuádruple doble (18 puntos, 16 rebotes, 10 asistencias, 1 robo, 11 tapones).

Patrick Ewing (Jamaica, 1962 / 2,13 m), el número 1 del draft de 1985, estaba en su quinto año y era un asiduo All-Star. Había sido Novato del año y lideraba a los Knicks desde el inicio. Era fuerte en sus acciones y tenía un buen lanzamiento a media distancia, difícil de defender a esa altura. En la temporada 1989-1990 promedió 28,6 puntos, el tercero de la liga.

David Robinson (EEUU, 1965 / 2,16 m), el número 1 del draft de 1987, no comenzó a jugar hasta dos años después de su elección en el draft por su compromiso militar con la U.S. Navy. Por lo tanto, era novato en la temporada de referencia, aunque sus excelentes números no lo parecieran (24,3 puntos, 12 rebotes, 2 asistencias, 1,7 robos, 3,9 tapones). Ganó el premio de Novato del año sobradamente.

Los aficionados recordamos aquellos míticos enfrentamientos entre Olajuwon, Robinson y Ewing. Olajuwon les hacía bailar con sus movimientos, Robinson machaba el aro con contundencia y Ewing buscaba el tiro adecuado. Eran ágiles y veloces, a veces usaban la fuerza para machacar el aro frente al rival y otras les bastaba con un lanzamiento cual alero tirador. Pero brillaban igual en defensa, con tapones inalcanzables.

Brad Daugherty (EEUU, 1965 / 2,13 m), el número 1 del draft de 1986, se perdió la mitad de esa, su cuarta temporada. No era bueno en defensa como los anteriores, ni tan anotador, pero era un pívot muy solvente y en progresión. Las lesiones le apartaron muy pronto.

Otros pivots que acababan de comenzar eran Rik Smits (Holanda, 1966 / 2,24 m), el número 2 del draft de 1988, Rony Seikaly (Líbano, 1965 / 2,11 m), el número 9 del draft de 1988 y Pervis Ellison (EEUU, 1967 / 2,06 m), el número 1 de ese draft de 1989, que no pudo mostrar lo que se esperaba de él.

Después apareció en la competición Dikembe Mutombo (República Democrática del Congo, 1966 / 2,18 m), el número 4 del draft de 1991, que desde el principio dejó claro que iba a costar mucho esfuerzo anotar una canasta en su zona (4 veces mejor defensor y 3 veces líder de tapones). En la temporada 1991-1992, David Robinson recibiría el premio Defensor del año.

Ese año iba a llegar el gran Shaquille O’Neal (EEUU, 1972 / 2,16 m). El número 1 del draft de 1992 hacía acto de presencia con impacto desde el primer partido. Después sus rivales notarían sus kilos en forma de impactos, e incluso rompió varios tableros con sus mates. Ganó el premio de Novato del año con 21 años. En ese mismo draft de 1992, era seleccionado en segunda posición Alonzo Mourning  (EEUU, 1970 / 2,08 m), otro pívot que se uniría a la fiesta defensiva de la década (2 veces mejor defensor y taponador) y que fue el único que compitió un poco con O’Neal por el premio al mejor novato.

Con la llegada de Shaquille, esa misma temporada acabaría con cuatro pivots entre los diez mejores anotadores: Olajuwon (26,1), Ewing (24,2), O’Neal (23,4) y Robinson (23,4). Además, Hakeem se proclamaba Defensor del año.

En la 1993-1994 hubo un duelo en la última jornada entre Robinson y O’Neal por liderar el promedio de puntos. Ambos promediaban 29,3 puntos y en el último partido O’Neal anotó 32 ante los Nets y Robinson, aupado por sus compañeros, endosó 71 puntos (8º máximo histórico) a los Clippers; esa exhibición le hizo alcanzar 29,8 puntos por partido y ser el mejor de la liga. Shaquille quedó segundo, Olajuwon tercero y Ewing quinto. Mutombo comenzó su reinado de tapones, siendo el mejor durante tres temporadas seguidas. Pero el verdadero triunfador de la temporada fue Olajuwon (27,3 puntos, 11,9 rebotes, 3,6 asistencias, 1,6 robos, 3,7 tapones). Recibió el MVP de la temporada y nuevamente el Defensor del año, en playoffs lideró a los Rockets al campeonato y fue nombrado MVP de la final. Se llevó todos los honores.

La temporada siguiente (1994-1995) iba a ser muy parecida, los pivots dominaron de nuevo. Esta vez O’Neal fue el máximo anotador (29,3), quedando segundo Olajuwon, tercero Robinson y Ewing quinto. Segunda vez consecutiva que tres pivots eran los máximos anotadores y desde entonces no ha vuelto a ocurrir. Robinson recibió el premio MVP (27,6 puntos, 10,8 rebotes, 2,9 asistencias, 1,7 robos, 3,2 tapones), Mutombo fue el mejor defensor y Olajuwon repitió campeonato y MVP de la final.

Temporada 1995-1996. Esta vez entre los 10 mejores anotadores estuvieron cinco pivots: Olajuwon, O’Neal, Robinson, Mourning y Ewing. En esa temporada debutó el mejor pivot europeo, Arvydas Sabonis (Lituania, 1964 / 2,21 m), a punto de cumplir 31 años. Más madera.

También se unieron a esta década de los pivots, los defensivos Shawn Bradley (Alemania, 1972 / 2,29 m), número 2 del draft de 1993 y Marcus Camby (EEUU, 1974 / 2,11 m), número 2 del draft de 1996.

En 1998 O’Neal y Robinson acabaron entre los diez máximos anotadores, un hecho que no se repitió hasta 2016.

En la última temporada de la década de los 90, O’Neal fue el máximo anotador, recibió el MVP, ganó el anillo y el MPV de la final.

Desde que en 2002 O’Neal acabara como segundo anotador de la liga, ningún pívot ha vuelto a estar entre los tres mejores anotadores y de 2003 a 2013 no hubo un pívot entre los 10 mejores anotadores.

Estos pivots líderes de sus equipos promediaron muchos puntos sin necesidad de triples, ninguno de ellos metió más de 25 en toda su carrera. ¿Volverá la importancia de un pívot dominante o el juego se basará en triples? ¿Los jugadores grandes quedarán para atrapar los rebotes y rebañar lo que ellos mismos consigan?

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