El idilio de Marc Gasol con Girona sigue haciéndose cada vez más grande y lo logrado ayer con el ascenso a Liga ACB del Bàsquet Girona, no hace más que agrandar la leyenda. Los más jóvenes no recordarán aquel proyecto de Akasvayu que le dio a Marc la oportunidad de mostrarse como un gran jugador.
Aquel proyecto disfrutó de un MVP de récord, con 11 nominaciones de jugador de la jornada, igualando a un «tal» Arvydas Sabonis. Palabras mayores. Eso le supuso el salto a la NBA y todos sabemos como ha acabado esa historia: un anillo con Toronto Raptors.
Cogió las riendas de Bàsquet Girona como presidente y este año volvió a las pistas dando un salto de calidad al equipo que cuando llegó se encontraba en zona media-baja, pero que con él ha ido recuperando posiciones hasta meterse en ‘playoffs’.
En ese escenario se deshicieron de Club Basket Coruña por un claro 3-0 y con una Final Four con sede en Fontajau ganaron a Lleida en la semifinal catalana y en la gran final batieron al claro favorito de esta temporada, Estudiantes. Favoritos hasta que Marc Gasol bajó al parqué desde el despacho.
Darle todo el mérito a él tampoco estaría bien, porque el equipo es bastante completo, pero tener a un jugador como él marca diferencias y en caso de duda, balones a Marc y problema resuelto.
La LEB Oro ha disfrutado de un campeón del Mundo y de la NBA y eso da un salto de calidad a la competición que ahora llega a la ACB a la espera de crear un proyecto deportivo atractivo que pueda mantener a la ciudad de Girona unos cuantos años en la máxima competición.
Si Marc Gasol sigue en la pista el objetivo de Bàsquet Girona puede cambiar mucho, pero de momento toca disfrutar del ascenso y celebrarlo.