Año de luces y sombras para el Club Ourense Baloncesto. Muy fuerte (e imprevisible) en su pista pero bastante débil como visitante. 11ª posición al final de la liga regular pero con la sensación generalizada de que con un poco más de implicación de la directiva para buscar recambios por las lesiones se hubiera competido el pase a los Play-Offs.
El bloque cobista ha sido capaz de lo mejor (ganarle de 22 al todopoderoso Estudiantes o poner contra las cuerdas al campeón de la LEB-Oro, Basket Coruña) y de lo peor (escandalosas derrotas fuera de casa sin explicación alguna que tuvieron a Félix Alonso con pie y medio fuera del club). El balance ha sido positivo porque el objetivo, que era la permanencia, se logró varias jornadas antes del final de la temporada. No obstante el sabor final ha sido agridulce para la afición porque había mimbres para hacer algo más. Muchos partidos se perdieron en los últimos cuartos por falta total de gasolina en los jugadores.
El gran protagonista de la temporada, tanto en lo bueno como en lo malo, ha sido el escolta norteamericano Justin Turner. Su tremenda calidad ha dado grandes tardes en el Pazo Paco Paz pero su profesionalidad ha dejado mucho que desear en las últimas jornadas negándose a jugar con el OK del equipo médico encima de la mesa. Su salida por la puerta de atrás en la antepenúltima jornada muestra lo difícil que es dar con la tecla en cuanto a fichajes foráneos mínimamente comprometidos se refiere.
El buen inicio de temporada del C.O.B. (incluso llegó a ser líder de la tabla) le permitió coger un colchón de victorias que al final ha resultado decisivo para lograr la permanencia en la categoría.
El gran talón de Aquiles del equipo han sido sin duda los tiros libres. Un flojísimo 62% ha hecho que los ourensanos dejasen de competir en muchos partidos. El paupérrimo 36% del pívot croata Ivika Radic ha tenido mucho que ver. Los conjuntos rivales sabían cuándo y a quién hacerle falta.
De momento los nacionales Samu Rodríguez y Javi López y el pívot neozelandés Romaro Gill han sido renovados. También se pide en la afición la continuidad del lituano Kacinas, el cual ha mostrado un gran compromiso en la pista, sobre todo en defensa. Gracias al patrocinio del chino Bolong Zheng fue posible contar con el concurso del lituano esta temporada. Todo indica a que Félix Alonso no seguirá capitaneando la nave cobista la próxima temporada -aunque no es 100% seguro- en la cual ya se está trabajando. Se rumorea que el presupuesto se verá reducido el año que viene, con lo cual se avecina otro año complicado en la capital de As Burgas.
De momento parece que se están dando pasos hacia adelante -supuesta aparición de nuevos posibles accionistas- para la profesionalización de un club cuyos propietarios mayoritarios (Ayuntamiento y Diputación de Ourense) lo tienen como juguete político tras las disputas judiciales con el otro accionista, Grupo Hereda. El perjudicado como siempre, el fiel aficionado con hambre de Liga Endesa después del gran varapalo del “no ascenso” sufrido en el año 2016.