A falta de cinco jornadas para que la temporada 202/23 de la Liga Femenina Endesa cierre el telón, la competición está al rojo vivo. En este contexto, Iho López ha concedido una entrevista al periódico L’Esportiu para repasar cómo está afrontando el curso formando parte del Clarinos Tenerife.
Cuestionada por el tercer descenso del club morado, suceso que confirmó recientemente la Federación Española de Baloncesto, manifiesta: «Es verdad. Presentamos recurso por el partido de Jairis, pero todavía no nos han dicho nada, pero parece que sí… Yo quería probar fuera y cuando no me renovaron al Uni me pareció que el de Tenerife era un proyecto atractivo, con buena plantilla».
En lo que respecta al balance que hace, afirma: «Hemos tenido una temporada difícil, con tres entrenadores y jugadoras que se han ido. Cuesta jugar en estas condiciones, porque cuando parece que comienza a funcionar hay cambios y eso nos perjudica. Nunca me había pasado. Como jugadora buscas la máxima estabilidad y los cambios de estilo cuestan».
Recordando que algunas jugadoras se plantaron en varios partidos, comenta: «Decidimos ejercer nuestro derecho como jugadoras, no era cosa de un solo mes, y ellos tienen derecho a hacer unas cosas y nosotros otras. Fue así, pero actualmente sí estamos al día y yo no denuncié nada porque en el contrato hay unos plazos para rescindir o dejarnos de entrenar. Como no lo hicimos, la asociación de jugadoras no pudo actuar, pero sí que el organismo superior, la federación, debería cuidar que no ocurrieran estas cosas, cuando un club no paga al día».
Para concluir, añadió: «Si no te pagan, puedes dejar de jugar o entrenarte, es una decisión tuya, y cuando te paguen tienes que volver. Puedes hacerlo por tu cuenta, con tu equipo, pero después no tiene sentido… No es blanco o negro, sino un gris oscuro».