Granada está de fiesta, el Covirán Granada logra el ascenso en la Liga Endesa tras sobrepasar a un Joventut de Badalona que se vió empequeñecido al final del partido ante el lleno absoluto del Palacio de Deportes de Granada. El resultado fue de 73 a 62 favorable a los locales.
Buen inicio de la Penya, que consiguió un parcial de 5 a 13 y provocó que Pablo Pin parase el encuentro, tras este tiempo muerto, el equipo reaccionó, aunque no encontró acierto en Joe Thomasson, sí en Thomas Bropleh y Luke Maye. También encontró energía en el joven prospecto español Michael Caicedo, que con dos mates consecutivos acercó a los nazaríes a 3 puntos, aunque finalmente la distancia fuera de 5 puntos favorable a los verdinegros.
El segundo cuarto fue algo más igualado, con un punto de superioridad de Granada pero que no le bastó para irse ganando al descanso, todo lo contrario, Joventut contó con 4 puntos de ventaja que en ese momento del partido, fueron muy necesarios. El más destacado fue Bropleh, que sumó 8 puntos de los 17 metidos por el conjunto rojinegro. El marcador al descanso fue de 31 a 35.
Tras el tiempo de descanso, los nervios en las gradas provocaron incertidumbre en los jugadores de Pablo Pin, ya que en el WiZink Center de Madrid, el Real Betis dominaba el partido, lo que provocaba que el Covirán Granada descendiera. Aún así, hubo igualdad y una vez más, Thomas Bropleh «tiró del carro» y aunque solo lograse 4 puntos, tuvo un impacto importante en sus compañeros.
Este impacto, sumado a que el público presente se volvió a enchufar al partido, hizo que los últimos 10 minutos en Granada fueran mágicos. Un increíble acierto de los locales derrumbó al Joventut, que vio cómo un jugador tocado del hombro, como Lluís Costa, ponía patas arriba el Palacio de Deportes de Granada.
En el último minuto de partido, durante un tiempo muerto, en el marcador del Palacio se pudo ver el último tiro de Jean Montero, que fue taponado por William-Goss, lo que provocó un estallido en las gradas y una fiesta entre jugadores y afición que se queda para la historia del baloncesto granadino.
Difícil redactar lo ocurrido posteriormente, Granada quiere y tiene baloncesto. El sueño continúa.