El mítico Raimundo Saporta acertó de pleno allá por los años cincuenta cuando reclutó a este alicantino para organizar torneos en el Real Madrid. Poco después, se convertiría en el entrenador del equipo de baloncesto para marcar una época: doce Ligas, once Copas y cuatro Copas de Europa llevaron su sello.
Por sus manos pasaron leyendas del baloncesto merengue como Lolo Sainz, Wayne Brabender, Walter Sczcerbiak, Clifford Luyk o Carmelo Cabrera. En 1975 dio el testigo a Sainz como entrenador, tras conquistar la friolera de veintisiete títulos. Ningún entrenador nacional posee su palmarés: de los 490 encuentros dirigidos, logró 414 victorias y sólo sufrió 69 derrotas.
Pionero y valiente en traer jugadores de Estados Unidos, su amistad con Lou Carnesecca (entrenador de la mítica universidad neoyorkina de Saint John’s) permitió a la afición madridista disfrutar de un grandísimo jugador como Walter Szczerbiak.
El alicantino es el único español, junto a Antonio Díaz Miguel, que es integrante del ‘Hall of Fame’ norteamericano por su aportación al basket FIBA. Fue incluido en el año 2007.
Entre otros reconocimientos y méritos recibidos a nivel nacional e internacional, recibió la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo y el Collar de la Orden Olímpica.
Ferrándiz deja una huella imborrable y su legado permanecerá para siempre en el baloncesto español. Descanse en paz.