Durante sus últimos años en España, Merritt Hempe conquistó el corazón de gran parte de la afición. Esto no solo se debió a sus cualidades dentro de la pista, sino también por su personalidad fuera de ella. Durante la presente temporada, defendió la elástica del Casademont Zaragoza para convertirse en una de sus jugadoras más destacadas. Sin embargo, se le presentaría una oferta para recalar en el ZVVZ USK Praga y aprovechó la oportunidad con la intención de participar en la EuroLeague Women. Al tener pasaporte macedonio, contaba como americana y ya el club praguense ya contaba con dos, por lo que solamente podría jugar en la liga doméstica. Esto le impulsó a unirse a la disciplina del Nesibe Aydin turco, donde se encuentra actualmente.
En Mate Al Aro entrevistamos a la jugadora de 28 años, con el objetivo de conocer cómo está viviendo el curso y profundizar tanto en su trayectoria profesional como en los objetivos que se marca de cara al futuro.
En primer lugar, gracias por atendernos. Quisiéramos comenzar hablando sobre tus raíces, así que ¿cómo recuerdas tus inicios en el deporte?
Mi hermano mayor siempre estuvo muy involucrado en los deportes, especialmente en el baloncesto, pero yo no. Como era alta mi padre quería que jugara al baloncesto, así que hicimos un trato: si me compraba un par de zapatillas Converse rosas de corte alta me uniría a un equipo. ¡Y terminé amándolo!
Te formaste en la Universidad de Georgia, donde disputaste la NCAA con las ‘Lady Bulldogs’. ¿Con qué aspectos te quedarías de esa etapa?
En mi primer año, fuimos al Torneo Elite 8 de la NCAA. ¡Llegar con nuestro equipo tan lejos fue un momento especial!
Precisamente, la NCAA ofrece a las jugadoras la posibilidad de practicar baloncesto para continuar progresando, a la vez que compaginan esta labor con sus estudios. En tu caso particular, ¿cómo fue la experiencia?
Me especialicé en Negocios, concretamente en la rama de Marketing. Fue todo un desafío, porque en los momentos que teníamos que estar de viaje para los partidos fuera de casa o el torneo de la NCAA me perdí algunas semanas de clase. Eso hizo que fuera todo un poco más difícil, pero la Universidad de Georgia hizo un trabajo excelente para conseguirnos tutores que nos ayudasen con la información que nos perderíamos para mantenernos al día.
¿Hace falta que, en países como España, le den más todavía más facilidades a las jugadoras jóvenes?
No sé mucho sobre las oportunidades a las jóvenes en España, pero he oído hablar de lugares donde las niñas pueden ir a la escuela y también entrenar. Creo que hay uno en Barcelona que les ha dado a muchas a darles una buena oportunidad para entrenar mientras estudian. Considero que instalaciones como esas son adecuadas para las niñas, también el el hecho de poder entrenar con equipos de primera división desde una edad más temprana es una buena forma de aprender y mejorar en un entorno competitivo.
En Alemania formaste parte de los Chemnitz Chemcats, con los que te vimos destacar con medias de 18.2 puntos y 8.6 rebotes. ¿Cuáles son las claves para rendir a tan buen nivel?
Creo que es importante disfrutar se lo que estás haciendo y eso se verá reflejado en la cancha. Esa fue mi primera experiencia como profesional. Realmente, disfruté del baloncesto con estilo europeo y de mis compañeras de equipo. Así que eso se vio plasmado en mi desempeño personal.
Luego diste el salto a la competición española y jugaste en varios equipos (Cadí La Seu, Mann-Filter Casablanca, Durán Maquinaria Ensino y Casademont Zaragoza). ¿Cómo describes la competición española?
La verdad es que me encantó la competitividad de la liga y cómo juegan los equipos españoles, es un gran baloncesto. Al llegar prodecedente de Rusia, luché mucho. Me encantaba la cultura española y disfruté mi tiempo allí. Sabía que quería seguir jugando en la liga el mayor tiempo posible.
Opino que el baloncesto debería ser un deporte profesionalizado en todos los países, cuantas más oportunidades que se puedan crear para las mujeres mejor.
Sin despreciar tu buen hacer durante otras temporadas, fue con Casademont Zaragoza cuando más brillaste. ¿Cómo valoras tu paso por el club?
Jugué una temporada en el Mann-Filter, por lo que que estaba emocionada y cómoda de estar de vuelta en Zaragoza. Es un buen equipo para estar dentro y fuera de la cancha, lo que hace que todo sea mejor. Además, era mi segundo año jugando para el entrenador Carlos Cantero, así que me sentía cómoda con nuestros sistemas y estilo de juego. Él me dio mucha confianza sobre la pista.
Sabemos que tienes una gran amistad con jugadoras como Vega Gimeno. ¿Qué puedes contarnos de ella?
Vega Gimeno es una persona maravillosa, nos hicimos amigas al instante. En la cancha vemos el baloncesto de la misma manera y hacemos las mismas lecturas. Le apasiona tanto el juego que me encanta compartir el parqué con ella.
Fuera de la pista, es alguien que siempre te ayudará y estará ahí para ti en lo que necesites. Es un placer tener cerca a una persona como ella. Siempre nos estamos divirtiendo, nunca hay un momento aburrido y encontramos algo de qué reírnos. ¡Sé que ella será mi amiga de por vida!
Por otra parte, tu excompañera a Mariona Ortiz se le ha presentado la oportunidad de debutar con la selección absoluta en la ‘ventana FIBA’. ¿Te gustaría transmitirle algo?
Mariona Ortiz se merece más que estar en la selección. Ha tenido una gran carrera hasta el momento y es una jugadora experimentada. Este es un honor que se merece y sé que lo aprovechará al máximo. Solo jugué con ella durante unos meses, pero me encantó compartir la cancha con ella y espero volver a ser compañera de equipo en el futuro.
Centrándonos en tu etapa en Praga, fue una etapa corta. Tenemos entendido que la relación se terminó porque dispones de pasaporte macedonio y contabas como americana, mientras que el club ya tenía dos americanas. Esto solo te permitía jugar en la liga doméstica…
Si no se hubiesen dado esas circunstancias, me habría encantado seguir ahí. La única razón por la que me fui de Zaragoza fue para no perder la oportunidad de competir en la EuroLeague Women. De hecho, mi intención era terminar la temporada en Praga. Desafortunadamente, no funcionó de esa manera.
Actualmente, formas parte del Nesibe Aydin. ¿Qué tal estás viviendo la experiencia en Turquía?
Estoy aprendiendo mucho de esta experiencia e intentado crecer lo máximo posible sobre la pista. Turquía tiene un estilo de juego muy diferente al de Europa, así que trato de progresar para expandir mi juego y convertirme en una mejor jugadora.
Posees experiencia en el baloncesto 3×3. ¿Qué factores te llaman la atención de esta modalidad?
Disfruto mucho del 3×3. El juego es muy táctico y físico, son dos factores que me encanta. Me gustaría seguir practicándolo tanto como sea posible. Force 10 3×3 es una gran organización en Estados Unidos, que ha hecho un enorme labor para tratar de impulsar el juego. ¡Es el primer equipo que ha brindado oportunidades profesionales a las mujeres aquí! Estoy muy agradecida de formar parte de eso y espero seguir compitiendo.
De cara al futuro, ¿te fijas algún objetivo en conreto?
Siempre me marco objetivos personales durante cada temporada. Creo que para mi carrera profesional me encantaría jugar la EuroLeague Women, ese es definitivamente mi objetivo.
Más adelante, ¿te plantearías volver a Zaragoza? Allí eres muy querida por la afición.
Sí, por supuesto que lo consideré y esa fue la primera opción que pasó por mi mente. Amo a la ‘marea roja’, es maravillosa conmigo. Desafortunadamente, no pudimos hacerlo. Estoy muy feliz con la temporada que están haciendo el equipo y con todo el éxito que está teniendo ahora. ¡Soy su fan número uno y siempre les animo en cada partido!