Este viernes pasado en el programa Campo Atrás de Radio Rubí hubo la entrevista a Ricard Casas, entrenador icónico de Manresa y oriundo de la capital del Bages.
Actualmente, desempeña las funciones de seleccionador de Bahréin masculino, juntamente «con ayudas a la U18 y la U16, aportando todo lo que es oportuno, y para ello la vocación y las ganas de querer hacer un proyecto así son esenciales». Pero esto «no solamente debe ser en Bahréin, sino en aquel lugar donde tú entrenes o estés».
Él como entrenador se ve alguien que fluye, y eso significa sacar un beneficio al proceso de muchos años, algo que como comprenderéis, no debe de ser un proceso nada fácil, y siempre con la importancia de la honestidad.
En la pregunta de si se queda con entrenar un equipo ACB o a que un jugador que ha formado debute, Ricard (como buen entrenador de formación), lo tiene claro con el ejemplo de Paco Vázquez.
Cuenta la anécdota que Paco Vázquez era un jugador que según dice «al principio no metía una», y que acabó ganando un concurso de triples en un All-Star. Para un entrenador especialista en formación como él esto debería ser sin duda lo más importante, y lo que más se queda en el recuerdo.
También menciona que los entrenadores necesitan una cualidad indispensable : ser líderes y con una premisa fundamental : «Si cambias, los jugadores no te creen, tienes que adaptarte al equipo que tienes».
Y esto es muy diferente a querer ser protagonistas. Un entrenador puede ser protagonista, pero el entrenador tiene que estar a un lado, ya que la pirámide principal según Ricard Casas sería: «baloncesto, equipo y jugador, en ese orden. Pero si esto se lleva bien, esta pirámide se acaba invirtiendo y el verdadero protagonista acaba siendo el entrenador».
Otro tema, que se puede extrapolar a cualquier entrenador, sea del nivel que sea y entrene al equipo que entrene es el sueldo de un entrenador de formación que muchas veces no llega a 150 euros. ¿Es lo adecuado? Esta pregunta sola ya daría para programas, artículos y mil debates, en el que creo que muchos llegaríamos a la misma conclusión.
Ricard Casas cuenta la importancia de un club y una ciudad como Manresa, una ciudad que es «cultura de baloncesto. Manresa respira baloncesto y lo más importante, tiene mucha gente joven que lo impulsa, que ve los partidos y que tiene ese sentimiento manresano. Y en parte así ganan los partidos, ya que ese ambiente que tiene el Congost pocos campos o ninguno lo conservan.
Una entrevista con Ricard Casas donde se conoce su faceta más personal, con humor, risas y mucha sabiduría, con uno de esos entrenadores históricos en el panorama nacional, especialmente en los banquillos de Manresa y Menorca.
Enlace de la entrevista completa: