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Debut del Real Madrid en casa sin Pablo Laso en el banquillo que acaba con victoria de los blancos por 93-79 y con un esfuerzo extra por parte de los de Chus Mateo ante un buen Obradoiro que poco pudo hacer ante la fuerza del equipo blanco que pudo hacer debutar a Hugo González con 16 años, 7 meses y 27 días.
Los Bersekers, rindieron homenaje a Laso con una pancarta donde se leía «Gracias, leyenda» y apoyaron a Chus Mateo con otra pancarta, cerrando así parte de la herida abierta en su día y demostrando que la grada, pase lo que pase, estará con los suyos.
El Real Madrid empezó desde el inicio con el acelerador apretado para irse 16 puntos arriba en poco más de 11 minutos y eso es demasiado cuando delante tienes un equipo tan compacto como el de los blancos. El juego en equipo del Madrid superó la defensa gallega, con Sergio Rodríguez moviendo bien a sus compañeros y con Poirier dominando la pintura tras las acciones de ventaja que conseguían sus compañeros.
Reaccionó Obradoiro para ponerse a solo 10 puntos, pero un 9-0 de parcial abrió de nuevo la brecha en el luminoso y eso que fallaron seis triples seguidos y se sustentó en los tiros libres gracias a las faltas que forzó el Madrid en ese tramo del partido.
Tras el descanso la diferencia rondó los 20 puntos y aprovechó Obradoiro en mostrar su mejor versión ofensiva, en una clara muestra de lo que es capaz. Westermann y Scrubb anotaron desde la larga distancia pero Tavares y Musa de nuevo cogieron el timón del encuentro y ya la fiesta de la victoria se celebraba en el Wizink.
En ese momento se aprovechó para rendir homenaje al lesionado Rudy Fernández, con su mano derecha operada y para disfrutar en los minutos finales de Eli Ndiaye y el debut del joven Hugo González, que se ha convertido en el cuarto jugador más joven en debutar en el Real Madrid, detrás de Doncic, Núñez y Garuba.
El joven canterano pudo anotar una canasta y dos tiros libres por lo que la fiesta en el partido fue completa.
