El tercer duelo de esta final fue muy similar al primero, con un Real Madrid dominador, y un Barça superado en todo momento que no supo como parar a sus rivales para tener opciones de meter presión de cara a un cuarto partido.
Los de Chus Mateo realizaron un gran partido que les deja a un triunfo del título, que visto lo visto, parece que puede acabar con un 3-1 este próximo domingo. De nuevo Deck cuajó un gran partido con 14 puntos bien secundado por Causeur, con 13, que se está ganando una renovación que de momento no parece posible. Sus actuaciones en estos ‘playoffs’ están demostrando lo gran jugador que es y que puede tener un sitio en este equipo.
El partido se desarrolló con un primer cuarto de ritmo bajo en anotación, pero con ventaja inicial para el Real Madrid. La dupla Calathes – Mirotic volteó el marcador para poner al Barça por encima. El rebote en este inicio era cosa del Barça pero el Madrid era agresivo de cara al aro, y eso le llevó a mandar por 5 al final de los primeros 10 minutos.
En el segundo cuarto Kuric, hoy el mejor del Barça, acercó a los suyos con grandes triples pero la reacción de la mano de Lllull y Deck estira el marcador hasta los ocho puntos de diferencia. El Barça con Mirotic anotando seis puntos seguidos se acercó pero de nuevo de poco sirvió. Un nuevo arreón de los blancos dejó el marcador con 10 puntos de diferencia. Davies con tres tiros dejó el 44-37 en el marcador al descanso.
Tras volver de vestuarios poco cambió la cosa, con Deck mandando en el ataqué del Real Madrid y Kuric recortando las diferencias para no dejar escapar demasiado a los de Chus Mateo. Se pone a cinco el Barça pero un parcial blanco le vuelve a abrir distancia con su rival. Las pérdidas de balón estaban lastrando al equipo de Saras.
En el último cuarto se vio a un Barça que quería meterse en el partido, pero la diferencia seguía subiendo para sentenciar el partido y quien sabe si la final, a favor de un Real Madrid que está jugando muy bien sus bazas esta final y que se enfrenta a un irreconocible Barça que ahora está obligado a ganar el próximo domingo. Al final el 81-66 refleja la diferencia entre ambos equipos.
‘Match-ball’ para ambos, unos para salvar la eliminatoria y llevar la serie al Palau, y los otros para celebrar con su gente y ante el máximo rival una liga que hace unas semanas, por el estado del equipo, parecía imposible de lograr.