Los de Chus Mateo y Bartzokas recreaban la final del año pasado donde Llull, ausente hoy, fue el salvador blanco con esa canasta ganadora. Con Tavares fuera y con los hombres altos de los griegos también fuera de servicio el partido presentaba el atractivo de siempre entre estos dos grandes equipos.
Y tras un inicio donde dominaron los griegos, Campazzo apareció para echarse el equipo a la espalda y empezar a llevar de forma clara el ritmo del partido, repartiendo juego y aprovechando los malos porcentajes de Olympiacos desde la larga distancia. En ese primer cuarto el Real Madrid puso las bases de su triunfo tras acabar 30 a 13 por delante en el marcador.
En el segundo cuarto se igualó mucho más el partido pero los griegos no lograron recortar distancias y el Real Madrid controlaba de forma clara el partido sin dar opciones a los de Bartzokas que no acertaban desde el triple y eso les estaba penalizando mucho. Al descanso 52-30 a favor del Real Madrid dando síntomas de superioridad.
Tras el descanso la cosa cambió y los griegos guiados por Papanikolau empezaron a recortar distancias. Con sus 23 puntos en la segunda mitad fue el hombre del partido para vencer por 16 a 25 en el tercer periodo y soñar con el triunfo en un partido que estaba perdido.
Y siguió recortando distancias en el último cuarto hasta colocarse a 4 puntos de distancia, momento en el que ha aparecido de nuevo Musa para poner distancia en el marcador para tranquilidad de los aficionados blancos. El último parcial lo ganó también Olympiacos pero ya era demasiado tarde para ganar el partido y el triunfo se lo quedó el líder de la clasificación.