No nos cabe duda de que Pablo Laso está ante uno de los retos de su paso por el Real Madrid, con una serie de derrotas y de malas sensaciones que se está alargando demasiado para lo que es el Real Madrid.
Su puesto no corre peligro, pero está claro que desde que llegar en el 2011, parece que está ante su situación más complicada, y más teniendo en cuenta la presión del alto presupuesto que tiene y el buen inicio de temporada que hizo.
En los últimos partidos se ha visto un Madrid apático, sin ideas en ataque y con porcentajes muy bajos de anotación (14,5% en triples en los últimos tres encuentros, si contar el de Estrella Roja).
Acabó el 2021 con un tremendo balance de 27 victorias y solo 4 derrotas entre Liga Endesa y Euroliga, y dominando los partidos con una sobriedad a veces insultante. Lejos parece estar ese equipo que dominó Europa en el 2015 y en el 2018 y, hasta el propio Laso reconoció en rueda de prensa estar ante una «situación jodida» (perdón por la expresión).
Puede que el inicio se produjera con al derrota ante el Barça a inicios de año, ya que desde ese momento ha sufrido tres derrotas más seguidas en Liga Endesa ante MoraBanc Andorra, Valencia Basket y Baskonia. Además ha vuelto a caer dos veces más ante los de Jasikevicius y eso siempre es un golpe mayor porque parecen tenerle la moral comida a los de Laso.
No se puede permitir un año en blanco a nivel de títulos, que no sería tal si contamos la Supercopa de inicio de temporada, pero tras perder la Copa, el objetivo es luchar por Liga Endesa y Euroliga, y viendo el estado actual del equipo no parece algo posible.
El Real Madrid de Laso está obligado a ganar, y más aun a dar mejores sensaciones de las que está mostrando. Anotar 47 puntos ante el actual Zalgiris o solo 51 ante Fenerbahce unas semanas antes, no demuestran más que la situación no es cómoda y los jugadores no pasan por su mejor momento.
Si hay que mirar un lado positivo es que en defensa están mostrando una gran imagen, pero no es suficiente si en ataque no se intenta aumentar la fluidez y son más jugadores los que apoyan a Tavares. El gigante del Madrid es el único que ofrece un rendimiento más o menos constante y fiable.
Laso tiene la misión de recuperar mentalmente a unos jugadores que ahora mismo sufren estando en pista. Disfrutar con el juego alegre que tenía el Madrid, enchufar a jugadores como Heurtel o Yabusele y mejorar el acierto exterior son claves para recuperar al mejor Madrid.
Sin tiempo para entrenar, por la gran cantidad de partidos, necesitan los blancos un par de buenos resultados para creer que pueden volver a ser los del arranque del año. Apoyar el buen hacer de Tavares que se está echando el equipo a las espaldas es una obligación para Laso y los suyos. Acertar más desde la larga distancia y que la fluidez vuelva al juego donde el número de asistencias del equipo ha bajado de forma considerable serán otros de los aspectos a trabajar por el Real Madrid.
Un conjunto de cosas en las que trabajar sin tiempo para hacerlo en entrenos y si en partidos, lo que dificulta las cosas. Pero ahí es donde Laso y su equipo técnico deben poner el foco en un momento no crítico de la temporada, pero sí importante para no hacer más grande la herida actual.
Confianza total desde el club hacia Laso, pero deben cambiar el rumbo actual para volver a la senda del triunfo y de la lucha por los títulos.