El equipo alicantino presentó batalla desde el primer minuto con un buen Davison y un sólido Gatell. El equipo alicantinos sabia que el triunfo del partido pasaba por tener un buen tiro exterior. Una intensidad máxima entre ambos equipos llevó a un cuarto muy igualado donde las ventajas eran mínimas, cerrando el cuarto con un 19-20.
En el segundo cuarto vivimos la vuelta a las canchas de Kabasele casi después de un año en dique seco, mientras que Adrià Rodríguez mostró calidad en robos y en canastas. Pero un triple Balint y una canasta de Bercy ponen la máxima distancia en el marcador, 25-31, lo que obliga a pedir tiempo muero al Valladolid. Los jugadores de Antonio Pérez Caínzos eran superiores en esta fase del juego, empezando con una buena defensa y anotando en la canasta rival. Barro coloca el 29-36 en el marcador, que únicamente los jugadores Kabasele y N’Guessan consiguieron reducir, llegando al descanso con un ajustado 33-36.
El tercer cuarto arranco con un Gudmundsson anotando tres triples consecutivos y ampliando la distancia a doce puntos (42-54). Fueron los mejores minutos de los alicantinos ante un Valladolid que no sabía cómo parar la tormenta que les estaba cayendo. Con un 45-60 se llegaba al último cuarto.
Un último cuarto que no puso en aprietos la victoria de los alicantinos en ningún momento, pese a los intentos de Schmidt. El equipo se mostró solido en lo que restaba de partido y así se anotó su undécima victoria en el casillero con un resultado final de 69-84
